Un niño de tres años de Reino Unido fue aplastado por el asiento de un coche, empujado hacia atrás por el novio de su madre, quien lo hizo porque consideró que el pequeño estaba haciendo demasiado ruido, según aseguró un tribunal y recoge la BBC.
Alfie Lamb, de 3 años, gritó «mami» antes de ser aplastado. Su madre, Adrian Hoare, de 23 años, supuestamente mintió a la Policía y les dijo que Alfie estaba en el coche cuando dejó de responder por quedarse dormido. Los hechos ocurrieron en febrero de 2018 pero ahora están siendo juzgados. Tanto la madre como su novio, Stephen Waterson, niegan que quisieran matarlo.
Waterson, de 25 años, presuntamente echó para atrás bruscamente su asiento dos veces harto del «ruido y alboroto» que el pequeño estaba haciendo, en teoría para «darle una lección». La madre del pequeño estaba en el asiento trasero, sentada junto a su hijo.
El conductor del coche en el que iban, Marcus Lamb, de 22 años, dijo a la policía que Alfie se quedó inconsciente durante el viaje. Explicó que la madre del niño había estado gritándole, por lo que el niño gritaba y lloraba.
El testigo alegó que escuchó a Hoare abofetear a su hijo antes de que el asiento del pasajero delantero se moviera hacia atrás cuando Alfie gritó «mami». Lamb afirmó que solo se dio cuenta de lo que había pasado cuando llegaron a Adams Way en Croydon, al sur de Londres.
La madre del niño dijo «¿qué has hecho?», cuando su pareja sacó a Alfie del coche, afirmó Lamb. El niño murió de asfixia por aplastamiento, según la autopsia.
«Cuando Alfie volvió a hacer ruido, Waterson deliberadamente movió su asiento hacia atrás otra vez, y lo mantuvo en esa posición invertida, aplastando a Alfie, ya que nuevamente mostró signos de problemas respiratorios hasta que se quedó siniestramente tranquilo», dijeron fuentes de la investigación.
A la madre se le acusa de no hacer nada para impedir que su novio aplastara al niño.