La plataforma Escuelas de Calor se hizo hace unas semanas con la dirección de la Federación Provincial de Sevilla de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado, Fampa Nueva Escuela. Marina Jiménez es la nueva presidenta que considera «una sorpresa» el vuelco en las elecciones e incluso una novedad que la plataforma de la que procede, que empezó como un movimiento de padres y madres por la climatización de los colegios, haya llegado a la dirección de Fampa.
Cuando se le pregunta por la ideología de la plataforma de dónde procede la nueva dirección asegura que son «un movimiento para intentar mejorar la educación pública» y niega que tengan cualquier vínculo político . «Nosotros no nos identificamos con Podemos», aclara insistiendo en que tienen «gente de distintas ideologías» que se unieron, primero por un grupo de whatsapp, para reivindicar la climatización de los colegios y luego decidieron presentarse para dirigir Fampa. Por eso insiste en que su prioridad es «devolver la federación a las Ampas, a los padres y madres» y también que haya más transparencia en la gestión de la federación.
El tema de la climatización de los colegios, con una ley que quedó pendiente al final de la pasada legislatura pese a que tenía el dictamen favorable para ir a pleno, seguirá siendo una de sus prioridades a partir de ahora. Porque el panorama que se ha encontrado en los colegios públicos de Sevilla no es demasiado bueno y que estos días hay colegios protestando en la calle por el frío.
«La escuela pública de Sevilla ha sufrido mucho los recortes», afirma Jiménez. E insiste en que lo peor es la falta de personal pero también las infraestructuras porque en una gran parte de los centros «hay peligro de derrumbe» y las instalaciones «son antiguas». Un tema que, recuerda, es competencia del Ayuntamiento que debe ser el que se encargue de acondicionar los colegios.
En este sentido Jiménez insiste en que «hay que invertir en las infraestructuras» ya que, según dice, incluso los centros escolares que tienen poco años «están regular». Y también recuerda que la construcción de un nuevo colegio público en el centro de Sevilla, donde en los últimos años han tenido que crear terceras líneas en varios colegios, sigue siendo una promesa sin cumplir desde hace quince años pese a que hay un edificio para ello. Porque, a su juicio, «no puede haber calidad con colegios o institutos con 35 ó 40 alumnos por clase».
En cuanto a los comedores, Fampa, que ha llevado al Defensor del Pueblo, la denuncia por los distintos tamaños de las raciones de comida de niños y niñas, también insiste en reclamar la gestión de directa de estos comedores para que sustituyan a los de línea fría.
Ahora lo primero que quieren hacer es mantener una reunión con el nuevo o nueva consejera de Educación. «Sonia Gaya nunca quiso sentarse con nosotros», dice Jiménez que insiste en que Fampa recordará al nuevo responsable «las promesas que hizo cuando estaba en la oposición» . Y que, pese a haber llegado a la dirección de Fampa seguirán reivindicando y «dando caña». Porque ya ha comprobado cómo cada día llegan dos o tres reclamaciones de los centros, casi todas relacionadas con los comedores, las infraestructuras o la falta de personal. Pretenden darle solución.