La relación de BBVA con el excomisario de policía José Manuel Villarejo se extendió más allá del objetivo de obtener información sobre los protagonistas del asalto al banco por parte de Sacyr para frustrar el plan y llegó hasta las cajas catalanas. El entonces jefe de Seguridad de la entidad pidió al exinspector que le mantuviera informado sobre el presunto plan del entonces ministro de Industria, José Montilla, de fusionar las dos principales cajas catalanas, La Caixa y Caixa Cataluña.