Más que el resultado, fueron las sensaciones. El Real Madrid ganó al Sevilla principalmente porque estuvo mucho mejor en la segunda parte. Con más balón, con más ocasiones, pero, sobre todo, con mucho más físico que el contrario. Superó ampliamente al Sevilla después del descanso y le hizo desaparecer: le encerró con la pelota y cuando la perdía, con la presión le impedía salir de su campo.
Modric acabó el encuentro presionando al defensa rival y robando un balón que fue el segundo gol. Hace un mes, el jugador croata no podía con las botas cuando se llegaba a la mitad de la segunda parte. El sábado lideró al grupo de Solari y junto a él destacaron otros futbolistas, como Casemiro, que tampoco estaba teniendo una temporada especialmente buena.
Si se continúa con esa línea se estarán cumpliendo las previsiones del club, que con el cambio de Lopetegui también quiso variar la preparación física del equipo. Desde la dirección se consideraba que si el Real Madrid no era competitivo era, sobre todo, porque los jugadores no estaban tan preparados como los rivales. Agotados muchos por el esfuerzo del Mundial y otros porque tardaban demasiado en ponerse en forma, el equipo fue superado, por ejemplo, por el Sevilla, en el encuentro de la primera vuelta. Por eso el choque del sábado disparó el optimismo de la grada y de todo el club.
El Sevilla apenas pudo presentar batalla ante un Madrid más entero que nunca según pasaban los minutos. Esta vez, el tiempo fue a su favor y así, por ejemplo, robó veinte balones más que en los últimos tres duelos de Liga.
Solari: Sin miedo a tomar decisiones
Cuando quedó a empezar claro que Isco no contaba para Solari, a Marcelo le preguntaron por el centrocampista andaluz y fue bastante tajante: dijo que son cosas que pasan y que hay que trabajar para solucionarlas. No esperaba el brasileño que él iba a ser el siguiente en pasar por el banquillo. Uno de los capitanes, con más de diez años en el Madrid, campeón de todo y un jugador absolutamente fundamental en los éxitos del conjunto blanco. Solari, sin embargo, no le ha puesto de titular en los últimos encuentros de Liga.
Si algo ha demostrado el argentino es que no va en tener reparos en prescindir de futbolistas si cree que es mejor para el grupo, al menos a corto plazo. Su objetivo ahora es conseguir que Isco y Marcelo entiendan que si vuelven a su estado físico tiene cabida en el once del entrenador. Son dos de los futbolistas con más técnica dentro del grupo y la temporada va a ser larga. Solari los va a necesitar, pero ya les ha dejado claro que sólo si ellos dan el paso adelante de convertirse en fundamentales.
El entrenador argentino apenas ha vivido un par de días tranquilos desde que llegó a la primera plantilla. Él sabía que no iba a ser sencillo, pero es imposible que imaginase todas las dificultades a las que se ha tenido que ir enfrentando. Desde derrotas hasta lesiones, todo rodeado de ruido. Ha sido una prueba de fuego. Si el partido contra el Sevilla es un punto de inflexión, entonces Solari ya está preparado para todo lo que venga a partir de ahora.