El Ayuntamiento de Salamanca se vuelca con las personas mayores que viven solas al impulsar un servicio pioonero en la España autonómica para mejorar la calidad de vida de estos salmantinos. Así lo destacó el alcalde, Carlos García Carbayo, quien aseguró que el objetivo es «apoyar en su día a día» a más de 18.000 personas mayores.
En este sentido, indicó que la iniciativa también pretende «informarles y orientarles en los servicios que desde el Consistorio les ofrecemos».
El regidor señaló que se trata de un proyecto «muy demandado» por las asociaciones», ya que «va a dar una respuesta integral y coordinada a situaciones de soledad de estos salmantinos».
Un sector «prioritario»
También afirmó que el programa, denominado «Salamanca Acompaña», busca mejorar «el bienestar de estas personas mayores, que son una prioridad para este gobierno municipal».
Carlos García Carbayo reiteró que, además, se pretende «que las personas mayores de la ciudad sientan y sepan que no están solas», proporcionando información sobre servicios como Teleasistencia, Ayuda a Domicilio y Comida a Domicilio, así como sobre programas de prevención de salud, terapia ocupacional, actividades de ejercicio físico o socioculturales, entre otras, con el fin de que puedan «tener un envejecimiento activo».
En la primera fase de «Salamanca Acompaña», «muy bien acogido en el ámbito del Consejo de Mayores» y que contó con la importante participación de la concejal de Familia e Igualdad de Oportunidades, Cristina Klimowitz, y de la concejal de Mayores, Isabel Macías, se tratará de «implicar a todo el tejido social» de Salamanca para la recogida de información, que se pondrá en marcha «de manera inmediata, desde el mes de febrero».
Y es que el Ayuntamiento de Salamanca espera contar con la ayuda de parroquias, entidades sociales, asociaciones de vecinos y de mayores, comercios, hospitales, familiares y, en definitiva, de todo el tejido social salmantino, en la identificación de las personas mayores que se encuentran en situación de vulnerabilidad y soledad.
Una vez identificadas los mayores de 60 años en situación de soledad y que «no quieran estarlo», se contratará un equipo de ocho personas, seis de ellos profesionales sociocomunitarios y dos técnicos, para «hacer la labor de contacto y poder darles esta información», así como «interesarse sobre sus necesidades y expectativas» para poder darles «la más completa información posible».
