La cámara desciende por el pozo en el que cayó Julen: 25 centímetros de ancho y 103 metros de profundidad. Las paredes son de filita, un mineral similar a la pizarra, que forma lascas que quedaron limadas al perforarse el túnel.
En las imágenes grabadas por la cámaras se ve que a los 70 metros el pozo está bloqueado.
A partir de esa profundidad hay más humedad y el terreno es más inestable, pero la máquina aspiradora no puede deshacer el tapón con seguridad. Los expertos aseguran que el tapón también se pudo formar porque el pozo no es completamente vertical.
También explican que la desviación al perforarlo pudo parar la caída de Julen.
