«No me lo podía creer», confiesa Alba Redondo. Las palabras de una de las delanteras del momento en la Liga Iberdrola, bien podrían ir dirigidas a su explosión como una de las atacantes más letales del campeonato español. Con 11 goles, la albacetense ocupa la segunda posición en el ranking de máximas realizadoras y está a sólo dos goles de alcanzar a Charlyn, la máxima artillera. Un logro mayúsculo para una futbolista que no juega en ninguno de los grandes de la Liga. Pero su sorpresa no llega por los balones que la número "10" mete en la red ni por su reciente convocatoria con la selección. Esta vez ha sido una camiseta la protagonista de una historia que perdurará siempre en la memoria de Alba.
Todo comenzó hace unos meses cuando LA RAZÓN se puso en contacto con la jugadora. Alba nos habló de su recorrido por el mundo del fútbol y nos reveló uno de los motivos que la animaron a vestirse de corto: Andrés Iniesta. «Un día fui a Fuentealbilla porque mi hermano estaba jugando en un equipo de Albacete. Para sorpresa mía estaba allí Iniesta. Me hice una foto con él y a partir de ese momento empecé a jugar», reveló Alba.
Para la delantera era una entrevista más, como otra cualquiera, pero no. Su historia y sus declaraciones viajaron hasta Japón, a Kobe, a nuevo hogar de Andrés Iniesta. El jugador del Vissel Kobe no pudo evitar emocionarse con la historia de Alba y no la pasó por alto. «La empresa de representación de Andrés se puso en contacto conmigo. Me contaron que Iniesta había leído la entrevista y que quería enviarme una camiseta firmada», cuenta emocionada Alba, que nunca pensó que «una estrella mundial como él podría llegar a leer su historia».
A través de un familiar del manchego, Alba no tardó en agradecer a Andrés su bonito detalle, un sueño hecho realidad. «Gestos como este significan un paso hacia delante para el fútbol femenino y en especial para mí», afirma Alba. Como regalo anticipado de Reyes, Alba recibió una camiseta con el «8» en la que se puede leer: «Para Alba con mucho cariño. Mucha suerte». Aún está pensando en qué sitio va enmarcarla, pero eso ya es tarea de su madre, asegura Alba.
