La noche que Alejandra (Verónica Sánchez) recibe la noticia de que su marido se ha suicidado se da cuenta de dos cosas: que el rascacielos que su estudio acaba de vender a un fondo inversor británico no es lo más importante del mundo, y que en realidad no conocía a Óscar a pesar de llevar 15 años casada con él.
Su marido llevaba una doble vida en la Albufera con una hija y una mujer encantadora que representa todo lo que ella no es: la espontaneidad, la libertad, lo salvaje.
Alejandra se hará pasar por una desconocida para indagar en la vida de Verónica en busca de respuestas, lo que la llevará, sin que ella se dé cuenta, por el mismo camino que recorrió Óscar; el de una vida diferente, el de la vida que empieza desde cero con el mismo deseo de libertad de un animal después de toda una vida en cautividad.
El Embarcadero cuenta la historia del viaje en el que Alejandra se ve inmersa en la búsqueda de una verdad profunda y que abarca todo su mundo. La verdad sobre ella y sus emociones, sobre su relación con su madre, sobre lo que es importante en la vida y, por supuesto, la verdad sobre su relación con Óscar y las profundas razones que desencadenaron su fatídico final.