La dedicación, la constancia y esfuerzo la caracterizan, el amor por la familia es lo que la representa, se trata de Roselia Ortega García, zacatecana de nacimiento pero de corazón lagunero, una mujer que vive para servir y ayudar con lo que puede a quienes más lo requieren.
Roselia nació en el poblado de Maravillas, Zacatecas un 7 de enero de 1974, sin embargo, la Comarca Lagunera fue la base de su desarrollo profesional. Francisco I. Madero es el municipio que la vio crecer.
En Instituto 18 de Marzo en Gómez Palacio, cursó su preparatoria para luego ingresar a la Universidad Iberoamericana de Torreón, en donde adoptó las teorías jurídicas y conocimientos humanistas para adueñarse de ellas y empezar a servir a la ciudadanía, su principal motivo de vida.
Su desarrollo profesional ha sido en Tijuana, Baja California Norte, empezó en el bufete jurídico Aragón y Asociados, de ahí se fue a cubrir un interinato en los Juzgados de Distrito en San Lázaro en la Ciudad de México, para luego unirse al Despacho Sáenz y Asociados, fue cuando tomó la decisión de independizarse y dedicarse al litigio.
Fue en 2008 cuando entró a la Procuraduría General de Justica del Estado de Baja California Norte, como Secretaria de Acuerdos, estando adscrita en a las diferentes Agencias del Ministerio Público: Centro Integral de Atención Ciudadana, Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, Despojos, Robo de Vehículos, Narcomenudeo.
En mayo de 2014 estuvo como Secretaria de Acuerdos a la Unidad de atención al delito de Secuestro y desde febrero de 2017 ingresó como Agente del Ministerio Público, en el Sistema Estatal de Justicia Alternativa Penal.
Cuenta que en todas las áreas en las que le ha tocado desempeñarse, le han dejado un aprendizaje.
Sin embargo, fue en la Unidad de Atención al Secuestro dónde vivió momentos que impactaron a la abogada, al sentir la impotencia cuando no se logró la liberación con vida de personas que fueron privadas de su libertad.
“No tolero que se cometan arbitrariedades, me fascina poder hablar por los que no tienen voz. Me considero una persona perseverante y a la vez un tanto indisciplinada porque gusta ir más allá de los lineamientos que se tienen, escuchar la problemática de las personas, adentrarse y no verlos como un caso más, sino como una historia de vida en donde me toca dar esperanza, hacerles sentir que no están solos”, expresa Roselia.
Refiere que su familia ha sido su fuerza, sus tres estrellas en el cielo, su inspiración.
“Mi madre siempre ha sido mi ancla, mi padre también. Cuando era pequeña veía una montaña en donde alcanzaba a ver como el sol salía y se ocultaba, me prometí que yo iba a llegar más arriba, le dije a papá que sin importar lo difícil que fuera escalaría la montaña, aún no llego a la cima pero estoy en el camino”, relata Ortega García.
Poder apoyar a su familia es de los mayores logros para Roselia Ortega García, es regresar lo que recibió, ya que aunque tuvo que trabajar y estudiar al mismo tiempo, su madre, hermanos y hermanas nunca la dejaron sola.
“No seré la mejor hija, la mejor esposa o quizá no soy la mejor abogada pero trato siempre de estar para los demás a medida de mis posibilidades”.
Roselia viene de una familia conformada por Oliva García Martínez y Lázaro Ortega Ortega, quienes procrearon quince hijos, la licenciada en Derecho es la número doce y comenta que la honestidad, luchar por lo que se quiere y la unidad familiar son los valores que sus padres más le inculcaron.
Oliva, quien luce en excelente estado de salud a sus 84 años de edad, ve a Roselia como una mujer con un carácter fuerte, sin embargo, con ella siempre se ha portado con respeto aunque tengan diferentes maneras de pensar.
“Yo veo a Roselia muy contenta. Conmigo es puro cariño, pero yo sé cómo es ella y ella sabe cómo la veo", comparte doña Oliva con una sonrisa llena de orgullo por su hija.
“Dios me dio muchos hijos y me dio una gran familia, incluyendo a los yernos, nueras y nietos”, añadió la cabeza de la familia Ortega García.
“Mi madre es extraordinaria, es fuerte y algún día me gustaría ser como ella”, expresa Roselia Ortega García.
Aunque le faltan metas por cumplir, por hoy se siente una mujer afortunada por los padres excepcionales que Dios le dio, por sus hermanos inigualables, su compañero de vida, José Rubén Zacarías de León, quien ha estado apoyándola en todo momento y a quien agradece su compromiso para con ella en los años que llevan juntos.
“No importa quienes somos o qué profesión tenemos, lo importante es qué hacemos o cómo ayudamos, día a día trato de renovarme para servir de una mejor manera a mi sociedad y luchar por la justicia de los más desvalidos”.