El cardenal Philippe Barbarin, arzobispo de Lyon, Maurice Gardés, arzobispo de Auch, Tierry Brac de la Perriére, obispo de Nevers, y los sacerdotes Xavier Grillon y Bernard Preynat, serán juzgados por el Tribunal Correccional de Lyon por cometer y/o ocultar abusos sexuales cometidos hace más de 25 años por uno o varios curas pederastas.
Con el proceso del cardenal Barbarin, la jerarquía eclesiástica más importante del proceso, culmina provisionalmente el escándalo que estalló el mes de julio de 2014, cuando un padre de familia de más de cuarenta años, Alexandre Hezez, denunció ante el cardenal los abusos de los que había sido víctima cuando tenía de 9 a 11 años, víctima de un sacerdote, Bernard Preynat, encarcelado.
Hezez comunicó al cardenal Barbarin los abusos de los que había sido víctima, pidiendo que la jerarquía eclesiástica tomase medidas contra un sacerdote que seguía el frente de una parroquia, en la región de Lyon.
El cardenal Barbarin comenzó por dirigir a Alexandre Hezez a varios dirigentes laicos y eclesiásticos, próximos a la Conferencia episcopal. Siguieron reuniones y debates, a varias bandas, que no terminaron de satisfacer a Hezez y a otros responsable de una organización, La palabra liberada, creada con el fin de dar publicidad a ese y otros escándalos de pederastia que datan de los años 70 y 90 del siglo pasado.
La asociación La palabra liberada afirma haber «documentado» en Francia más de setenta casos de abusos sexuales, perpetrados por varios sacerdotes pederastas. Bernard Preynat reconoció el 2014 sus agresiones sexuales cometidas hace veinte y treinta años. Pero ni él ni otros de sus colegas no han sido juzgados en ninguno de esos casos, ya que la mayoría de los delitos han prescrito, a la espera del proceso que debiera llegar ante el mismo Tribunal de Lyon.
Inculpado y encarcelado
La diócesis de Lyon mantuvo en su parroquia a Preynat, hasta que fue inculpado y encarcelado a finales del 2015. Ya en prisión, el sacerdote pederasta acusó a sus superiores jerárquicos de estar al corriente de sus «inclinaciones». Esa acusación abrió la instrucción que está culminando con un primer proceso del arzobispo de Lyon y otras jerarquías de la iglesia francesa
En su día, el cardenal Philippe Barbarin decidió consultar el caso de los curas pederastas, franceses, con el cardenal español Luis Francisco Ladaria Ferrer, prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, a quien desearon interrogar los jueces instructores del caso Barbarin.El Vaticano rechazó el pasado mes de septiembre la comparecencia del cardenal Ladaria Ferrer, alegando inmunidad diplomática.
En su ausencia, el arzobispo de Lyon deberá asumir solo la responsabilidad del silencio jerárquico sobre los abusos sexuales cometidos por varios sacerdotes, silenciados durante varias décadas.