La creación de empleo se ha ralentizado de forma severa en Cataluña durante el último año. En 2018, la economía catalana generó 14.310 empleos menos que en 2017, lo que supone una caída del 12,9% en el ritmo de creación de puestos de trabajo. El dato contrasta con el dinamismo que se sigue registrando en la Comunidad de Madrid, que en este último año ha creado 122.925 empleos netos, 3.560 más que en 2017. La economía vuelve a poner en evidencia al independentismo instalado en la Generalitat.
Durante 2018, el ritmo de generación de empleo se ha frenado en la mayor parte de regiones, pero en Cataluña se ha apreciado de forma especial, dado el peso que tiene su tejido económico en el agregado nacional. En términos relativos, Asturias y Cantabria fueron las dos regiones en las que más se frenó la creación de empleo en 2018, con un descenso del 45 y del 41,9% respecto a los niveles alcanzados en 2017. En Aragón la creación de empleo se recortó un 35%; un 27% en Baleares; un 25,3% en Castilla y León; un 18,9% en Castilla-La Mancha; un 15,3% en Canarias; y un 13,4% en Murcia. Pero, pese a ser porcentajes más acusados que en Cataluña, en ninguna de esas regiones el impacto en cifra absoluta se le acerca siquiera al que ha tenido en la economía catalana.
En el agregado nacional, en 2018 España creó 47.181 empleos menos que en 2017, y casi la tercera parte de ese retroceso se ha debido a Cataluña, a los 14.310 empleos menos que ha generado esa región durante el último año en comparación con los que creó el anterior. Barcelona ha sido la provincia catalana que más ha notado esta ralentización -ha creado 11.718 empleos netos menos que en 2017-.
El comportamiento del mercado laboral catalán en 2018 no solo ha sido acusadamente peor que el de Madrid, que sigue creciendo con fuerza. También la Comunidad Valenciana, Extremadura, Andalucía, Galicia, La Rioja y Navarra han aventajado a Cataluña en este particular.
El caso de Andalucía es especialmente relevante, porque en 2018 ha creado casi 2.000 empleos netos más que Cataluña, donde la ocupación está aumentando por debajo de la media nacional. Así, pese a la desaceleración, la ocupación total aumentó en España un 3,1% en doce meses; en Cataluña, un 2,9%.