En primer lugar envío mis más sinceras condolencias y solidaridad a la familia de Martha Erika Alonso; de su esposo, el senador Rafael Moreno Valle; Roberto Coppe Obregón piloto responsable de los viajes del Gobierno del Estado; Héctor Baltazar Mendoza, asistente del senador y Marco Antonio Tavera Romero, miembro de la tripulación.
Asimismo, me gustaría mencionar que me parece lamentable la situación política, no sólo del estado de Puebla sino de nuestro país en general, al exhibir tan graves especulaciones sobre el lamentable acontecimiento del pasado 24 de diciembre en el que perdió la vida la pareja, en medio de una confrontación política e ideológica.
Por ahora, no queda más que confiar pacientemente en las autoridades que llevan a cabo la investigación, así como esperar los resultados que seguramente encontrarán la verdad de los hechos, que no deje lugar a dudas sobre las causas del accidente; reforzando la credibilidad y transparencia; sabiendo que el protocolo para llegar a ella es muy sofisticado pues se involucran autoridades federales especializadas en aeronáutica; los constructores del helicóptero, que valga la pena comentar que era uno de los más seguros y confiables del mundo; los proveedores de los motores, los responsables del servicio de mantenimiento y las compañías de seguros, entre otros.
Estas circunstancias exigen responsabilidad, contención y fortalecimiento de las instituciones.
Ahora, los diputados del Congreso Estatal -Movimiento Regeración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN)-buscan unanimidad de votos la designación del gobernador interino mientras llegan las elecciones extraordinarias, esperando que estos acuerdos se logren antes del 10 de enero de 2019.
Por otra parte, el movimiento “Sumamos por Puebla” en una carta abierta al Congreso del Estado ha afirmado que “dada la considerable polarización, incertidumbres, dudas y confrontación que el pasado proceso electoral dejó entre muchos poblanos, es más grave que nunca la responsabilidad de nombrar a un gobernador interino con capacidad, neutralidad y credibilidad social.
Sólo que se garantice que la elección sea limpia, sin intervención indebida de ninguna de las partes, gobiernos y otros poderes, podremos confiar en que el resultado refleje fielmente la voluntad ciudadana mayoritaria y, por tanto, otorgar la legitimidad indispensable para que el próximo gobernante cuente con el reconocimiento de todos, sin lo cual la gobernabilidad democrática estará cuestionada y posiblemente en crisis... El momento es muy grave, solicitamos a ambos grupos que renuncien a tal lógica y acepten competir en elecciones limpias, sin intervenciones indebidas ni recursos de gobiernos y poderes ajenos, con un gobernador interino que garantice neutralidad y respeto a las reglas y a sus legítimas aspiraciones de triunfo electoral”.
Mismo señalamiento que considero oportuno ya que es un llamado a la reflexión, legalidad, tolerancia, exigencia y respeto por el bien de Puebla y los poblanos.