La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, confirmó este martes la intención del Gobierno de eliminar el copago farmacéutico a los colectivos más vulnerables, aunque esta vez concretó a quién beneficiará la medida: jubilados con un ingreso inferior a 9.000 euros al año y trabajadores activos que tengan hijos a cargo y disfruten de los mismos ingresos. Aunque antes el Gobierno necesita aprobar los Presupuestos Generales de 2019.
Esto significa que el Ejecutivo de Sánchez no eliminará por completo los copagos del Partido Popular impuestos en tiempos de crisis, al menos, de momento. «El Gobierno está trabajando en la eliminación de las barreras económicas que suponen los copagos farmacéuticos, empezando por aquellos que afectan a las personas más vulnerables, como ha recomendado el Defensor del Pueblo», explicó este martes en un desayuno informativo organizado por el Fórum Europa.
Así que los pensionistas que tengan ingresos superiores a 9.000 euros anuales deberán seguir abonando un porcentaje mínimo del precio de su medicación. El nivel de renta pactado es más bajo del que quería Podemos. La formación morada pretendía su eliminación en las rentas con ingresos inferiores a 18.000 euros.
Carcedo da un paso atrás frente a los anuncios de su predecesora en el ministerio, Carmen Montón quien afirmó la voluntad del gobierno socialista de «recuperar todos y cada uno de los derechos arrebatados» y volver al punto de origen, antes de la reforma del PP en 2012.
La reforma sanitaria del Partido Popular puso a los pensionistas, por primera vez, un copago del 10 por ciento de sus medicinas con un tope de gasto mensual de 8 euros para las rentas más bajas. Pero también eliminó esta aportación para las personas sin trabajo y sin acceso al subsidio de desempleo. Y obligó a las rentas más altas -con ingresos superiores a 100.000 euros- a sufragar el cien por cien de sus medicinas. Según cálculos de FEFE, la patronal de las farmacias, eliminar el copago a todos los jubilados podría costar a las arcas de las comunidades autónomas entre 400 y 500 millones anuales.
En su discurso, la ministra de Sanidad aportó datos para defender la eliminación del copago de los medicamentos: con él ha empeorado la adherencia a los tratamientos recetados y el gasto en farmacia de los hogares españoles se ha disparado. «Hasta dos millones de españoles reconocen que no pueden retirar los medicamentos prescritos», ha dicho la ministra.
