En un momento en que los bancos centrales, especialmente la Reserva Federal, continúan deshaciendo sus políticas acomodaticias y endureciendo las condiciones financieras, los síntomas de debilitamiento en la economía global han generado estragos entre los mercados bursátiles de medio mundo. Todo ello llega en un momento en que los niveles de deuda (donde se incluyen los pasivos de hogares, empresas financieras y no financieras, así como de los gobiernos) se ha triplicado en las últimas dos décadas.