Esos incidentes desencadenaron un auténtico ‘culebrón’ y un debate nacional en Argentina, donde los ‘barras bravas’, los grupos ultras de los distintos equipos, son unas auténticas instituciones en el entorno de los clubes.
Los líderes de cada uno de esos grupos están protegidos por las entidades y tienen alrededor un auténtico negocio del que viven. Ser un destacado barra brava en Argentina supone tener contacto directo con jugadores y dirigentes, recibir entradas, ver subvencionados los desplazamientos del equipo y tener el control de los artículos de mercadotecnia. Pero todo trasciende más allá del ámbito deportivo. Porque muchos de ellos pasan a controlar los barrios y a manejar negocios ‘oscuros’.
De hecho, después de mil y una especulaciones sobre dónde debía celebrarse la Superfinal y de que finalmente la CONMEBOL ordenara que tuviera lugar en Madrid, la Policía española se ha obsesionado con la seguridad, pese a que en Argentina no se hayan logrado vender 3.000 de las 10.000 localidades puestas a la venta (5.000 para cada afición).
Entradas nominativas para todos los que las adquirieran en Argentina, con nombre y apellidos para estar perfectamente controlados. Y entradas con un código para descargarse en el Smartphone que no son válidas para acceder al estadio en el caso de ser impresas en papel para aquellos que las han comprado en España.
En este caso, para dificultar una reventa que no se ha evitado pero a la que sí se le ha estropeado y mucho el negocio. El hecho de que la localidad más barata en el Bernabéu cueste 90 euros, precio que costaba la más cara cuando el partido iba a disputarse en el Monumental de River, y el alto desembolso que ya han tenido que hacer los hinchas de una y otra afición en desplazamiento y hotel al cruzar el ‘charco’ ha hundido los precios en la reventa.
Algunos socios del Real Madrid que aprovechando su privilegio de tener preferencia de adquirir entradas las compraron para especular y el primer día de venta pedían en las páginas de Internet de reventa el doble de su precio original, las ofrecían este viernes al mismo precio que salían en taquilla. Taquilla en la que quizás se vendan incluso en ventanilla contra todo pronóstico antes del partido habida cuenta que el club madridista ha comunicado de nuevo de urgencia a sus socios que ponía a la venta miles de entradas más.
En cuanto a los barras bravas que han viajado, la Policía está coordinándose con las fuerzas de seguridad argentinas para tratar de controlarlos desde su llegada al aeropuerto de Barajas. Uno de los cabecillas de los ultras de Boca Juniors, ya está de regreso a su país. Llegó el miércoles, fue detectado en pleno aeropuerto y el jueves fue deportado. "No iba a la cancha. Iba de vacaciones a pasar la Navidad a Barcelona con mi familia", señaló a los medios Maxi Mazzaro a su llegada a Buenos Aires.
La Policía sin embargo cree que es uno de los ultras "significativos y peligrosos" y que cuenta con una larga lista de antecedentes penales.
Este viernes se repitió la historia, en este caso, con un hincha de River Plate, también en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Cristian Ghisletti, que llegó a ser exempleado del club ‘millonario’, regresará a su país deportado en las próximas horas sin ver el partido.
Las fuerzas de seguridad están preocupados por la amplia colonia de argentinos residente en España y por los enfrentamientos que puede haber entre seguidores ‘no fichados’ como violentos. Este sábado, por ejemplo, los aficionados de River tienen previsto concentrarse en la plaza Mayor. Mientras cientos de familias que han acudido a Madrid aprovechan el puente para ver los puestos navideños, cientos de hinchas ‘calentarán’ el ambiente de los dos clubes más populares de Argentina y quizás del continente americano.
El domingo, los aficionados de River estarán concentrados en una fan zone que estará localizada junto a la plaza de Cuzco. Los de Boca, en una organizada en torno a Nuevos Ministerios. Así, la Policía pretende que estén convenientemente separados en las horas previas al choque. Un choque que está marcado por la seguridad. Y que deportivamente está con las espadas en todo lo alto después del empate a dos de La Bombonera.
Un duelo en el que los ‘millonarios’ fueron mejores a los puntos pero no pudieron sacar tajada. Porque con las reglas de la competición, en la final no tienen valor doble en caso de empate los goles marcados en campo contrario. Es decir, si este domingo se da cualquier empate en el Bernabéu la final irá a la prórroga. Y si persiste cualquier tipo de empate habrá penaltis.
River parte ligeramente como favorito en las apuestas a campeón (1,66 a 1) aunque haya perdido una condición de local que le ha llevado a recurrir por sentir que se ha visto perjudicado por el cambio de sede y porque a su rival se le hayan ofrecido la mitad de las entradas. Porque cada club ha dispuesto de 5.000 para vender en Argentina y 25.000 para aficionados de su equipo residentes fuera de su país. Boca ha presentado recursos porque directamente quería que le dieran por campeón tras lo acaecido.
Y amenaza con alargar el ‘culebrón’ con uno más si no es campeón este domingo. Será la final de la Libertadores con VAR. Y la final del que saldrá el último competidor del Mundial de Clubes en el que el Real Madrid defenderá su título en Emiratos Árabes del 12 al 22 de diciembre. Es decir, que el que gane este domingo en el Bernabéu casi no podrá deshacer las maletas y apenas tendrá tiempo de celebrar la victoria histórica en la Superfinal más larga y más atípica.
Alineaciones probables:
River Plate: Armani; Montiel, Maidana, Pinola, Casco; E. Pérez, Ponzio, Palacios, I. Fernández; Pity Martínez; Pratto.
Boca Juniors: Andrada; Buffarini, Izquierdoz, Magallán, Olaza; Barrios; Nández, P. Pérez; Pavón, Villa; Ábila.
Árbitro: Andrés Cunha (Uruguay)
Hora: 20.30 horas
Estadio: Santiago Bernabéu (Madrid)
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