La actuación de los Mossos d’Esquadra en el Día de la Constitución, con cargas contra protestas antifascistas e independentistas por las manifestaciones a favor de la Carta Magna, en diversas poblaciones de Cataluña, como Barcelona, Girona y Terrassa, terminaron con agentes y activistas heridos y algunas detenciones.
Debido a que hubo cargas con porras y pelotas Foam –que sustituyen a las de goma–, con los correspondientes heridos se desató una tormenta en el seno del cuerpo, y el principal destinatario fue el consejero de Interior, Miquel Buch. No fue la primera vez que fue cuestionado por sus propios agentes.
Todo empezó cuando Buch reconoció ayer a primera hora que las cargas de los Mossos «no se acaban de ajustar a los principios que corresponden a una policía democrática». Añadió que analizarán las imágenes de la actuación de los antidisturbios para «determinar si algún mosso actuó desproporcionadamente».
Estas declaraciones no gustaron nada a un cuerpo que ya hace mucho tiempo que está muy disgustado con la consejería de Interior y con la Generalitat. Se trata de una opinión mayoritaria, de los principales sindicatos, que son el Sindicato de Policías de Cataluña (SPC), la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) y el SAP-Fepol. Desde el cuerpo se podría estar promoviendo que algunos agentes aleguen estar enfermos el próximo 12 de diciembre, huelga de funcionarios, para poder sumarse al paro, la única forma legal que tienen para hacerlo.
En sendos comunicados, no es que pidieran la dimisión de Buch, sino que la exigieron. Se acumulan los hechos de los pasados 29 de septiembre y 1 de octubre, aduciendo que no defendió la actuación de los Mossos. Fuentes del CSIF calificaron , en declaraciones a LA RAZÓN, de «lamentable» la actuación en todos estos hechos de Buch y la Generalitat. Añadieron que fue una «irresponsabilidad» decidir que hubieran estas cargas.
«Estamos cansados de estar maltratados, son unos incompetentes», añadieron. No es la primera vez que piden la dimisión de Buch, ya lo hicieron el pasado 1 de octubre, en referencia a lo que se vivió en el Parlamento catalán, un pleno asalto antisistema a la cámara catalana.
«Es incapaz de levar esta consejería, es un irresponsable, están permitiendo están escenas de violencia, no arremeten contra los culpables, sino contra los Mossos», añadieron.
El titular de su comunicado lo dejó bien claro: «Dimita!!!». Añadieron, en referencia al jueves, que «volvimos a ver escenas de violencia producida por los CDR –grupos autodenominados como Comités de Defensa de la República–, y usted no solo no las condena si no que pone en tela de juicio el buen hacer de los Mossos d'Esquadra insinuando que se pondrían en marcha acciones contra los agentes de las brigadas móviles de los antidisturbios».
Desde SAP–Fepo, y en otro comunicado, se expresó el «hartazgo» de sus agentes por el «cuestionamiento de cada una de las actuaciones». También calificaron de «inadmisibles» las presiones para renovar la cúpula de la consejería de Interior y, de nuevo, solicitaron la dimisión de Buch.
El problema viene de muy lejos. Sobre todo, por ciertos problemas con la falta de material, falta de apoyo –un hecho que se repite desde que el consejero era Felip Puig–, y la «politización del cuerpo».
Desde SPC, también se pidió la dimisión de Buch, con un comentario muy significativo. Fuentes del sindicato le calificaron de «consejero de los CDR». Añadieron que «le importa más lo que piense este colectivo que lo que piensen los Mossos y la integridad física de los agentes». «Si a él no le tiembla el pulso para echar a agentes de la Brimo, a nosotros tampoco para pedir su dimisión», señalaron.
Fuentes de los Mossos denunciaron a este diario que sospechan de la «permisividad» de la actual Generalitat con las manifestaciones de la CUP.
