Finalmente el presidente Donald Trump ha propuesto al nuevo candidato a fiscal general. Se trata de William Barr, un hombre bien considerado por el partido republicano. Trabajó codo con codo con el recientemente fallecido George H.W. Bush cuando este fue presidente, fue fiscal general desde 1991 hasta el 93, con experiencia en la CIA y ejecutivo de grandes empresas de telecomunicaciones desde que abandonó el ejercicio activo de la política.
Delante de los periodistas, un Trump exultante confirmó que Barr será el elegido. «Uno de los juristas más respetados del país», dijo, «ex fiscal general de la administración Bush, es un hombre excelente, una persona excelente, un hombre brillante». A nadie se le pudo escapar la mención al ex presidente Bush. Un guiño a una saga que él mismo maltrató anteriormente. Poco después abundó que «No lo conocí hasta hace poco, cuando pasé por el proceso de estudiar los candidatos, y fue mi primera elección desde el principio, alguien respaldado por los republicanos y por los demócratas». «Será nominado para el fiscal general de Estados Unidos y espero que el proceso sea muy rápido», añadió.
La intención de Trump en este nombramient queda clara al saber que Barr ha expresado opiniones afines a Trump sobre el caso «Russiagate», de cuya investigación ha dicho que le gustaría que estuviera sido «más equilibrada». Sugirió que el equipo de Mueller pudo haber estado detrás de algunas filtraciones que se produjeron.
No fue este el único nombramiento del día. Una ex presentadora de la cadena de televisión «Fox» sin experiencia diplomática, Heather Nauert, es la persona elegida por el presidente para ejercer como nueva embajadora de EEUU ante Naciones Unidas. Un cargo en el que se había desempeñado con gran brillo Nikki Haley, su polémica, contundente, brillante antecesora. Nauert ha ejercido como portavoz del Departamento de Estado desde abril de 2017. Antes de ser uno de los rostros más reconocidos de Fox trabajó para la cadena ABC, donde colaboró con programas como «Good Morning America».
