A Denisa María, de 17 años, la habían amenazado a través del WhatsApp con «irla a buscar cuando estuviera sola para matarla». Pero la joven no quería intranquilizar a su familia y le restaba importancia. «Mi hija me dijo que no me preocupara, que lo había hablado y que estaba todo bien», relató Daniela, la madre de la joven asesinada en Alcorcón, al programa de Ana Rosa. La familia de la menor, que residía con su padre y que se encontraba en casa de su novio en el momento de producirse los hechos, insinuó ayer que el suceso puede tener relación con las amenazas que supuestamente recibía la menor por teléfono de una ex novia de un joven con el que Denisa había finalizado una relación sentimental hacía seis meses.
El suceso tuvo lugar poco después de las 22:00 horas del domingo, en la confluencia de la calle Desmonte con la calle Cuenca, en el centro de Alcorcón y aprovechando un momento en el que llovía mucho. La joven se encontraba hablando con una amiga por teléfono cuando llamaron a la puerta y, al abrirla, fue cuando recibió una puñalada mortal en el estómago con arma blanca que acabó costándole la vida poco después de ser ingresada en el hospital Fundación Alcorcón, donde fue trasladada por los servicios de emergencias que la asistieron.
El hecho de que se encontrase hablando por teléfono le permitió a su amiga percatarse de que algo extraño le ocurría a Denisa. Ella fue la que alertó a la Policía y se personó en la vivienda a los pocos minutos de producirse los hechos.
El padre de la menor también confirmó que su hija recibía amenazas a través del teléfono de la novia de su ex pareja, pero Denisa le había asegurado que «había dejado de amenazarla», relató a Telemadrid. «Nadie creía que podía llegar a una tontería como ésta», porque su propia hija le había dicho que «la autora de las amenazas está zumbada». Lo mismo dijo una amiga de la víctima rota de dolor tras conocer los hechos. «No pensábamos que esto pudiera acabar así». En su entorno también aseguran que la joven, de nacionalidad rumana, había llegado a Alcorcón con 4 años y «frecuentaba amistades que no eran muy recomendables», dicen algunas personas que la conocían y que prefieren mantenerse en el anonimato. La joven, que tiene un hermano de 9 años, no estudiaba en estos momentos y quería aprender a hacer tatuajes, según relataron algunos amigos.
Lo cierto es que, a última hora de la tarde de ayer, no había ninguna persona detenida y no se descarta que pudieran ser más de una persona las implicadas en los hechos.
Los agentes interrogaron a una menor en presencia de su padre, que negó implicación alguna en los hechos y también tomó declaración a la pareja de la joven.
Lo que la Policía sí ha descartado es que se trate de un caso de violencia de género, según confirmó a LA RAZÓN. A la Policía no le consta tampoco que la joven hubiera interpuesto ninguna denucia sobre las amenazas ni sobre ninguna otra cuestión.
