El Partido Popular da ya por controlada su fuga de votos a Ciudadanos, que atribuye a los años de crisis, de casos de corrupción y de incumplimiento de promesas o alejamiento de los principios de siempre del partido. En las elecciones andaluzas se observará todavía la consecuencia de esa «huida» de votantes populares al partido naranja, pero en el equipo de Casado dan por acabada la «sangría» naranja. Ahora están centrados en parar otra sangría, por el flanco derecho, que les está sorprendiendo porque es más abundante de lo que podían esperar hace apenas unas semanas.
Las encuestas están reflejando un flujo de votos que van del PP, pero también de Ciudadanos, a Vox, un partido que los populares consideran «populista», y que se nutre también en parte de la izquierda.
Fuentes del equipo de campaña de Casado explican que el mensaje del presidente del partido está ahora mismo más escorado a la derecha para marcar un terreno que siempre ha controlado el PP y para taponar lo que califican de «sangría». Lo han podido constatar en carne propia con los mensajes que les han transmitido en la calle simpatizantes del PP, que ahora están dispuesto a votar a Vox.
En estos últimos días se ha podido comprobar en cada acto electoral protagonizado por Casado cómo su discurso trata de reivindicar esa derecha. El líder del PP subrayó en Úbeda que su partido es «moderado, patriota y sabe gestionar», lo que le distingue de otras nuevas formaciones, como Vox. Al mismo tiempo se muestra inflexible en la defensa de un Gibraltar español, en el rechazo a una inmigración que no respete las costumbres y las leyes españolas -«¡Si no lo hacen se han equivocado de país!»- y en un fortalecimiento del Estado, con una recuperación de competencias para evitar la «deslealtad» de algunas comunidades y vertebrar mejor el país.
En el gabinete de Casado se subraya que el nuevo PP incidirá más en un discurso de centro, una vez bien marcado su espacio por la derecha. En la Convención Nacional del PP, prevista para mediados de enero, y ante las próximas elecciones municipales y autonómicas, en mayo, los populares reforzarán un mensaje más transversal, y cobrarán protagonismo algunos dirigentes que han estado en segundo plano en esta campaña andaluza. Es el caso de Javier Maroto, quien ayer compareció en la sede nacional y no desaprovechó la ocasión para cargar contra Vox como el PP no había hecho hasta ahora. Maroto tachó de «populista» a ese partido y sugirió que obtiene financiación de la extrema derecha europea, la misma que lleva «el lacito amarillo».