Andalucía afronta este domingo una de sus elecciones más relevantes. Pese a que el PSOE podría conservar el poder gracias al juego de las alianzas, los resultados cosechados por los distintos partidos arrojan una segunda lectura a tener en cuenta, especialmente en vísperas de unas generales cuya celebración se antoja cada vez más próxima. La última encuesta elaborada por GAD3 para ABC, publicada ayer en nuestra web hasta la medianoche, en cumplimiento de la ley electoral, refleja un panorama fragmentado y de difícil encaje. Los socialistas volverían a ganar, con un máximo de 43 diputados, aunque perderían apoyo con respecto a los anteriores comicios de 2015, mientras que la coalición de Podemos e IU se mantendría en una horquilla de entre 17 y 19 escaños. La suma de ambas formaciones revalidaría, por tanto, la presidencia de Susana Díaz, siempre y cuando Teresa Rodríguez se desdiga de sus promesas y pacte con la líder andaluza.
El PP, por su parte, se mantendría como el principal partido de la oposición a pesar de perder entre 8 y 9 escaños, evitando el temido sorpasso de Cs, que llegaría hasta los 20 diputados. La candidatura de Juan Marín casi duplicaría sus resultados, pero sería insuficiente para superar a los populares, dibujando así un centro-derecha partido en dos bloques. Una de las mayores novedades sería, sin duda, la irrupción de Vox, que registraría entre 3 y 4 escaños. La caída del PSOE, la pugna entre PP y Cs y la entrada de Vox son los factores clave de estas elecciones y, aún más, de los pactos derivados de una aritmética que obliga a unos y otros a retratarse mientras preparan la campaña, si no de las generales, de las elecciones de mayo.