La entrevista se celebra en el Congreso minutos después del momento escupitajo lanzado por un diputado al ministro Borrell que provocó una tensión extrema en el hemiciclo. Aunque son adversarios políticos, no oculta su indignación por lo que él denomina comportamiento propio de una taberna de malhechores y acusa a los diputados de ERC de querer denigrar las instituciones tras haber fracasado en su golpe de Estado.