Las autoridades indias informaron que continúan los trabajos para recuperar el cuerpo del estadunidense John Allen Chau, asesinado a flechazos el sábado pasado por un grupo de aborígenes tras intentar introducir el cristianismo en una remota isla del archipiélago de Andamán, en el océano Índico.
El portavoz de la policía del archipiélago, Jatin Narwal, indicó que “todavía” no han recuperado el cadáver de Chau de la isla Sentinel del Norte, a la que está prohibido el paso para la protección de las tribus de nativos que la habitan, si bien” continúan sus esfuerzos para ello”. Los responsables locales enviaron un helicóptero y un barco para intentar determinar de lejos el lugar donde se encuentran los restos del ciudadano estadunidense.
La policía también abrió una investigación por homicidio y detuvo a un amigo local de la víctima, un experto en deportes acuáticos y cinco pescadores que ayudaron a Chau a llegar hasta la isla. La ley india prohíbe acercarse a menos de cinco kilómetros, así como fotografiar o filmar esta comunidad.
“A pesar de conocer muy bien la ilegalidad de la acción y la actitud hostil de los tribales sentineleses hacia los forasteros, esta gente colaboró con John Chau para su visita a la isla Centinela Norte sin permiso”, informaron las autoridades locales.
La familia del occiso “perdonó” a los responsables del incidente y pidió la liberación de los arrestados, ya que Chau viajó “por voluntad propia”, según publicaron en la cuenta de Instagram de la víctima.
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"Mi nombre es John. ¡Los quiero y Jesús los ama (...) Aquí tienen un poco de pescado!", clamó John Allen Chau a dos autóctonos armados cuando se acercó por primera vez a la isla, de acuerdo con sus últimos escritos difundidos ayer.