En 2017, la cifra de mujeres asesinadas terminó en 51, pero este 2018, aún sin concluir noviembre hay 54 casos reportados en todo el país.
Este año el mayor número de muertes de mujeres se reporta en Jinotega. El año pasado fue en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN) y quienes más cometieron los crímenes son las parejas y exparejas en las casas de habitación y se han utilizado la mayoría de las veces armas cortopunzantes, además, el mayor rango de edades se registra entre los 26 a los 34 años, informan organizaciones de mujeres.
En Managua, el año pasado fueron 10 mujeres, y en lo que va de este año suman 7 los casos de femicidios, según estos reportes.
Magaly Quintana, directora de la organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) confirmó que este año se elevó el número de mujeres asesinadas en el norte del país, principalmente en Jinotega, donde se reportan cuatro muertes más que el año anterior, es decir, diez féminas fallecieron.
“El año pasado predominaron en la RACCN los femicidios. Por las circunstancias que hubo (crisis sociopolítica) no podemos saber a ciencia cierta qué fue lo que pasó, si hubo un decrecimiento o fue porque no se reportaron, pero en las estadísticas que tenemos se refleja menos muertes en esa zona”, concluye Quintana.
De acuerdo con la directora de CDD, el principal responsable de proteger la vida de los ciudadanos y de las mujeres es el Estado.
Para Quintana es preocupante cómo se ha mantenido el sadismo con que se ha estado matando a las mujeres. “Sería un error decir que ha aumentado la saña por la violencia generalizada que hay en el país, eso no es cierto. La saña con que se ha matado a las mujeres se ha mantenido sistemáticamente todos los años. Hay ejemplos como el de Karla Estrada, a quien su expareja le cortó la cabeza, solo por mencionar uno de los casos más recientes”, comentó.
Según Quintana, los hombres, en general por la cultura machista, sienten en el derecho de destruir la vida de las mujeres, mientras una mujer se va empoderando, va tomando decisión, el hombre siente que esa mujer se le sale de control y entre menos control tenga sobre ella, la saña es mayor.
Por otra parte, Aleyda González, una de las representantes de la Asociación Mery Barreda en León, considera “típico en todos los casos de femicidios y femicidios frustrados, que las víctimas ya han interpuesto denuncia ante la Policía”.
