Una vez consumada la salida de Juan Díaz de la Torre de la dirigencia nacional del SNTE, ocurrida ayer en la Ciudad de México, comienza la cuenta regresiva para la elección histórica en el magisterio nacional.
Dentro de las fuerzas al interior de la organización de los docentes, destacan tradicionalmente el binomio CNTE-SNTE en donde por tradición se han medido fuerzas, arrastre, determinación e ideologías, sin embargo, hoy el escenario es diferente y diverso.
El surgimiento de Maestros por México, con más de 400 mil afiliados en todo el país, se constituye como la tercera fuerza al interior del sindicato, que peleará por ocupar espacios dentro de la dirigencia.
Uno de sus fundadores y que gestaron la creación de la misma en estados como Hidalgo, Puebla y Veracruz, es el ex líder magisterial Moisés Jiménez Sánchez.
El profesor y ex diputado federal es mencionado desde ayer como una de las principales piezas de la maestra Elba Esther Gordillo y que podría ocupar desde la dirigencia nacional hasta cargos de importancia para el resurgimiento de la fuerza educativa, administrativa y política de los maestros del país.
Hay que tomar en cuenta que la CNTE ocupa un sitio especial para el Presidente electo que incluso ha sido a la única expresión que ha recibido en su casa de transición. Del SNTE, simplemente no hubo ningún acercamiento con Díaz de la Torre que se va sin pena ni gloria, defendiendo la reforma educativa que terminó por lastimar al gremio que tanto dijo cuidar y querer.
Al igual que con la disidencia, Maestros por México está muy cerca de quien será el mandatario nacional a partir del mes de diciembre, y eso cuenta de aquí en adelante, pues no solo impulsaron su campaña, entregando tiempo, recursos y esfuerzos a que consiguiera triunfos aplastantes en diferentes distritos del país, por lo que representan un espacio en donde el propio AMLO depositará confianza y tareas en específico y en particular.
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