La Policía sigue tratando de identificar a los dos hombres que asaltaron a la joven de 28 años a la que tirotearon mortalmente a las puertas de su casa del barrio zaragozano de Movera. El crimen se produjo a última hora de la tarde del miércoles y, de los detalles que manejan los investigadores sobre la autoría, lo único que ha trascendido es que los testigos han indicado que se trataba de dos hombres que, tras tirotear mortalmente a la muchacha, abandonaron el lugar a pie.
En cualquier caso, los investigadores dan por hecho que estos dos individuos disponían de un vehículo que habrían dejado en la misma zona y que les habría servido para darse a la fuga con rapidez.
Tras ser alertadas del crimen, las fuerzas de seguridad desplegaron controles por los alrededores, en carreteras de la zona. Sin embargo, no dieron resultado. Incluso llegó a barajarse la descripción de un vehículo presuntamente sospechoso, una automóvil que alguien habría visto abandonar la zona del asesinato a gran velocidad, pero en los controles establecidos tampoco se dio con un automóvil que se ajustara a esa descripción.
Los controles y el amplio dispositivo de búsqueda fue establecido por la Policía Nacional, en colaboración con la Guardia Civil, mientras el Grupo de Homicidios se hacía cargo de la investigación del crimen. La principal hipótesis que manejan es que el asesinato haya sido un ajuste de cuentas, bien por asuntos en los que estuviera implicada la víctima o bien por una venganza ejecutada para castigar a su novio, de 70 años y preso por narcotráfico.
Lo que está claro es que los asesinos tenían perfectamente claro su objetivo, fueron exclusivamente a por esta joven en concreto, acabaron con su vida con un certero balazo en el tórax, y en ningún momento atacaron al resto de la familia que estaba en el lugar.
