El centro de reparaciones que Ryanair ha construido junto al aeropuerto de Sevilla abrirá sus puertas a principios del próximo año. Las obras del hangar están ya terminadas y a la espera de que se equipen las áreas de trabajo en las que la compañía realizará el mantenimiento de los aviones Boeing 737 de su flota. Así lo confirmó ayer el máximo responsable de marketing de la aerolínea, Kenny Jacobs, durante una visita a la capital andaluza para presentar la nueva programación de verano. Según dijo, ya se han realizado más de la mitad de las contrataciones, que en total suman unas 150. El perfil del personal que se encargará de las revisiones de las aeronaves es altamente cualificado. Son, en su mayoría, ingenieros aeronáuticos e industriales, montadores y expertos en sistemas electrónicos, muchos de ellos procedentes de la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla.
De forma paralela a los trabajos de Ryanair, Aena se ha encargado de la adecuación de los terrenos para facilitar los accesos al hangar, que se encuentra situado en una parcela de 5.000 metros cuadrados próxima al parque tecnológico Aerópolis, pero en suelo del aeródromo.
Las instalaciones tendrán capacidad para albergar tres aeronaves Boeing 737-800, el modelo de pasillo único que usa la compañía para vuelos de corta y media distancia. El hangar tendrá acceso directo a una de las calles de rodadura que permiten la entrada y salida de aviones en pista, donde se llevarán a cabo labores de mantenimiento más pesado. De esta forma, se podrán desarrollar trabajos de inspección de los sistemas, estructuras y componentes de los aviones, además de las operaciones de revisión que actualmente se llevan a cabo en Prestwick (Escocia), Kaunas (Lituania) y Wroclaw (Polonia).
La inversión realizada por la empresa irlandesa supera los ocho millones de euros y permitirá crear unos 150 empleos entre ingenieros y técnicos, mecánicos y personal de apoyo. Las fuentes consultadas indican que el equipo inicial lo formarán las 100 personas que ya han sido contratadas y a ellas se les irán sumando más compañeros cuando las instalaciones estén a pleno rendimiento, por tanto, el proceso de selección seguirá vivo. El proyecto refuerza la posición de Sevilla como polo de la industria auxiliar aeronáutica, donde Airbus también tiene dos sedes.