Y aquí estaban treinta Mesas de Seguridad y Justicia reunidas en Tampico. Era el momento propicio para que sociedad y gobierno que está por iniciar analizaran juntos, y a conciencia, el plan de seguridad y paz de Andrés Manuel López Obrador.
Pero ni Alfonso Durazo, ni nadie del gabinete de seguridad entrante se hizo presente ante la red nacional de ciudadanos proveniente de 16 estados y encabezada por don Alejandro Martí, presidente y fundador de México SOS.
Las condiciones estaban dadas para entablar un sano diálogo con representantes de la administración que habrá de iniciar la próxima semana y ratificar la suma de esfuerzos en la construcción de la paz que demanda México.
Era necesario porque tanto la sociedad civil ahí reunida como autoridades estatales, federales y el vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Carlos Garfias Merlos estaban llenos de dudas sobre la nueva estrategia para pacificar al país.
El también Arzobispo de Morelia, expresó que el plan de paz estaba causando más conflicto que solución, al crear aun más polarización.
El gobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca, dijo al respecto:
.- “Hoy en día todavía tenemos muchas dudas y confusión en torno a cómo estaría operando (la Guardia Nacional)”.
.- “¿Por qué nos preocupa? porque se habla de una guardia nacional, sin embargo, no se habla de cómo fortalecer las policías estatales”.
.- “No se habla de la procuración de justicia ni del tema de las armas que está correlacionado directamente con la violencia que se vive en el país”.
Demandó coordinación, nunca subordinación.
.- “No puede una Policía estatal o una Procuraduría de Justicia estatal estar subordinada a un mando federal”.
.- “Toda la coordinación posible, sí, pero siempre respetando la esfera estatal y municipal y que nunca se violente la soberanía de los estados”.
Llamó la atención no ver a otros gobernadores en el encuentro, que si bien era de mesas ciudadanas, sí les corrieron la cortesía de invitarlos.
No acudieron al diálogo los mandatarios de Nuevo León, Veracruz, Michoacán, Coahuila, Quintana Roo y Guerrero.
Pero lo que más se notó fue la ausencia de enviados del gobierno federal entrante.
Ya si no vino Alfonso Durazo ni nadie del próximo gabinete federal, habría sido bien visto que por lo menos el representante en Tamaulipas de Andrés Manuel López Obrador tuviera la cortesía política con ellos.