La falta de sintonía entre la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid tuvo ayer sus primeras consecuencias legales que, además, el equipo de Manuela Carmena, quiso hacer pasar desapercibidas al no informar de ello en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno. Y es que el consistorio madrileño se ha obligado a suspender el protocolo anticontaminación en respuesta a un requerimiento del Gobierno regional porque no había cumplido con el trámite preceptivo de presentar el proyecto en la Sección de Calidad del Aire de la Consejería de Medio Ambiente antes de su aprobación definitiva en la Junta de Gobierno del pasado 27 de septiembre.
Según adelantó «eldiario.es», la Comunidad de Madrid realizó dicho requerimiento como paso previo a presentar un recurso contencioso administrativo contra la entrada en vigor del protocolo el pasado 8 de octubre. En este sentido, el consejero de Medio Ambiente, Carlos Izquierdo, confirmó que el Gobierno regional había dado un mes al consistorio para presentar la información sobre el proyecto porque «el Ayuntamiento de Madrid no había hecho bien los deberes y no había seguido la tramitación adecuada», por lo que consideró que «con toda seguridad la justicia les hubiera anulado el protocolo».
A la chita callando, el equipo de Carmena reconoció ayer su error y la Junta de Gobierno aprobó «retrotraer las actuaciones del procedimiento de aprobación del Protocolo de Actuación para Episodios de Contaminación por Dióxido de Nitrógeno en la Ciudad de Madrid, declarar la conservación de actuaciones e impulsar su tramitación». En la práctica esto supone la suspensión del protocolo durante diez días en los que se remitirá la versión definitiva del plan «para conocimiento de la Comunidad» y atender las recomendaciones que desde la Consejería de Medio Ambiente se realicen. Posteriormente el protocolo volverá a ser aprobado por la Junta de Gobierno, entrando en vigor automáticamente sin necesidad de volver a repetir el trámite de alegaciones. Durante este periodo estará vigente el anterior protocolo, aprobado en febrero de 2016 y que es menos estricto que el que ahora se ha suspendido.
La alcaldesa impulsó el nuevo protocolo anticontaminación para que las alertas por concentración de dióxido de nitrógeno entrasen en vigor antes y de forma más dura. Así, si antes las medidas no se activaban hasta al menos dos días de alta concentración, ahora con un único día de activación ya se limita la velocidad en la M-30 a 70 kilómetros por hora. Otra de las diferencias es la discriminación de vehículos, que en el anterior protocolo se hacía por matrículas y sólo tras varios días de alta contaminación, mientras que ahora se limita la circulación desde el segundo día con concentraciones elevadas de dióxido de nitrógeno a los vehículos sin etiqueta ambiental de la DGT, y progresivamente hasta autorizar sólo la circulación de vehículos con etiqueta Cero. Además, el nuevo protocolo también incluye por primera vez a las motos.
Coincide que estos días son los que más concentraciones de dióxido de nitrógeno acumulan según los datos históricos y debido fundamentalmente a la meteorología madrileña en otoño-invierno. Sin embargo, las precipitaciones favorecen éstos días que no se haya activado el protocolo. Con todo, el consistorio ya aprobó 24 horas de demora entre la activación de los escenarios y la puesta en marcha de las medidas de control para poder informar con tiempo a la población.