Luisa, la mujer de 57 años devorada por sus propios perros en Colmenar de Oreja, no temía que pudieran atacarla, como demuestra el mensaje que difundió en las redes sociales casualmente un día antes de morir. «Ellos no son malos, solo que algunos han tenido malos dueños», puede leerse en uno de los comentarios.
El mensaje forma parte del comentario a un vídeo que adjunta en defensa de los perros peligrosos. En él se transmite la idea de que «muchos se aprovechan de la fuerza de estos perros, pero esta raza es amable», sentencia.