La reunión entre Pedro Sánchez y Ángel Garrido ayer en La Moncloa, la primera desde que ambos ocupan sus respectivos puestos, sirvió para desbloquear algunos asuntos importantes para la Comunidad que precisaban de la colaboración de ambas administraciones. El resultado fue el anuncio del Gobierno central de destinar en el plan para modernizar la red de Cercanías en la Comunidad de Madrid 6.000 millones de euros hasta 2025. De estos 6.000 millones,1.000 se destinarán en los próximos dos años a infraestructuras, la mitad de ellos para la renovación de la flota de trenes.
No obstante, la financiación de la red de Cercanías se abordará en detalle durante la reunión prevista para el próximo lunes con la consejera de Transportes, Rosalía Gonzalo.
En materia de infraestructuras, Garrido ha celebrado que el proyecto de construcción de la variante de la A-1 podría estar aprobado en enero, ya que Sánchez le ha informado de que el informe de impacto ambiental es favorable. También podrían estar listas para principios de año las conexiones de la M-50 con los municipios de Rivas-Vaciamadrid y Boadilla.
Sin embargo, la puesta en marcha de un carril Bus-VAO en la A-2 tendrá que esperar porque «sigue paralizada la firma del convenio», según ha explicado Garrido tras la entrevista, de hora y media de duración, informa Efe. «Hemos tratado de ser constructivos por ambas partes», ha declarado Garrido, que ha calificado el encuentro de «cordial». Garrido ha pedido a Sánchez que el Gobierno elimine el límite del fondo de competitividad del sistema de financiación, que «premia la buena gestión» de las comunidades autónomas, ya que considera que «cuando se habla de competitividad no se puede poner un tope».
Por otro lado, Garrido ha asegurado que Sánchez le ha trasladado su «intención de solucionar» la financiación para la atención de los menores extranjeros no acompañados (menas) en la Comunidad de Madrid. La Comunidad de Madrid ha recibido sólo 1.500 euros, una «cantidad ridícula» para Garrido.