Lukita Modric le dicen los aficionados del Madrid, empleando ese diminutivo con el que quieren expresar complicidad y cariño hacia su centrocampista. Hay jugadores que se van ganando a los aficionados sin estridencias ni voces, sólo con el tiempo y con el peso de su fútbol y Luka es uno de ellos. Lo que sucede es que su talento vale mucho, tanto como para que el próximo 3 de diciembre reciba el Balón de Oro que le acredita como el mejor futbolista de este año, por delante de Varane, Mbappé o Griezmann, los campeones del mundo con la selección francesa, o Cristiano Ronaldo, el último ganador.
El Balón de Oro, según aseguró ayer la Cadena Ser, confirmó lo que ya había anunciado el premio The Best que concede la FIFA: que no habido nadie mejor que Modric en los últimos 12 meses. En año de Mundial, es complicado competir contra los campeones, pero la proeza de Croacia de llegar hasta el último encuentro en Rusia ha sido recompensada con los premios individuales a quien fue su mejor jugador. Modric comandó al equipo y para los periodistas de todo el mundo de «France Football», la revista que da el premio individual con más prestigio, eso ha tenido más valor que los que ganaron la final.
La sospecha infundada era que una publicación francesa iba a hacer todo lo posible para premiar a un futbolista francés el año en que volvieron a conquistar el campeonato del mundo. Varane, pese a ser defensa, era uno de los favoritos: campeón de Europa con el Madrid, en títulos podía competir con Modric; Mbappé es la joven promesa del fútbol galo y uno de los jugadores llamados a liderar este deporte; pero con el PSG no había conseguido ningún título internacional el resto del año. Griezmann también tenía las esperanzas que le daban, además de la victoria del Mundial, el triunfo en la Europa League. Hasta Cristiano Ronaldo soñaba con romper este diciembre su empate con Messi en Balones de oro.
Con el triunfo de Luka Modric puede que se ponga fin a una era en la que el portugués y el delantero argentino han reinado en los premios individuales porque su calidad estaba varias cabezas por encima del resto. La victoria del centrocampista del Real Madrid abre la puerta a muchos futbolistas, que llevan mucho tiempo esperando a poder dar un paso al frente.
El 2018 fue un buen año para Messi en la Liga, pero la derrota en Roma, sin que él hiciese nada para evitarla, le quitó cualquier posibilidad, mientras que el papel de Cristiano fue muy destacado en los octavos y en los cuartos de la Champions, con ese gol de chilena a la Juve, pero su presencia en la semifinal y en la final fue discreta.
Modric es más discreto que ambos, tiene menos gol y ocupa muchas menos portadas que las dos estrellas. Pero este año, su clase ha sido reconocida por encima de ambos. 2018, el año Modric.