Son más de nueve millones de personas y, aunque hace años no eran el público más deseado por las cadenas, su poder adquisitivo y su alto consumo de televisión, un promedio de cinco horas diarias, han cambiado las tornas. El público entre 50 y 64 años es determinante en la televisión actual, entre otras razones porque los jóvenes parecen huir de la televisión convencional. Al menos desde la crisis económica que empezó hace una década, estos son consumidores más débiles que sus padres.
Barlovento Comunicación ha dedicado su último informe a los «viejenials», como los califica la consultora especializada en audiencias, que suponen una quinta parte del público. Son el 21% de la población que tiene en cuenta Kantar Media (los menores de cuatro años no entran en las mediciones) y suponen el 27% de la audiencia en televisión.
Más ricos y saludables
«La última generación de adultos mayores está demostrando ser más saludable y más rica que sus predecesores. Gastan cada vez más en tecnología, alimentación y experiencias, en lugar de bienes materiales. Esto tiene un impacto muy positivo en el mercado de consumo, tanto que las marcas ya empiezan a llamar a este segmento poblacional “viejenials” o la “cuarta edad”, personas mayores que dictan las tendencias futuras», asegura el documento.
El grupo de edad engloba a los mayores de 50, que «tienen un mayor poder adquisitivo, más tiempo libre y, poco a poco, se van adentrando en el mundo digital en busca de ofertas interesantes, haciendo la compra online y descubriendo las redes sociales. Este conjunto de circunstancias han convertido a esta generación en el objeto de deseo de todas las marcas».
Matices por edad y región
Los nacidos entre 1953 y 1968 son un total de 9,3 millones de personas. El 81% de este grupo enciende la televisión todos los días, otro dato que hace que las cadenas los adoren. Entre ellos, los espectadores que más aguantan en el sofá son los extremeños, que pasan nada menos que seis horas y 41 minutos cada día, un promedio espectacular, que ninguna otra comunidad autónoma sigue ni de cerca. Los segundos máximos consumidores son los valencianos, con una hora menos (5 horas y 40 minutos), seguidos de los castellano-manchegos (5,22).
Las ciudadanos menos pegados al televisor, por el contrario, son murcianos, canarios y gallegos, que en cualquier caso consumen más de cuatro horas y media diarias. Por grupos de edades, los 62 años corresponden al consumidor de televisión perfecto, aunque a partir de los 57 las diferencias son mínimas y siempre por encima de las cinco horas diarias. A partir de los sesenta, el listón ya no baja de cinco horas y media.
La clasificación entre cadenas no difiere demasiado de los gustos del resto de la población. Telecinco (13,7%), Antena 3 (13,2%) y La 1 (10,7%) son sus favoritas, seguidas por las temáticas de pago, ya por debajo del diez por ciento (8,7%).
Como curiosidad, la «cuarta edad» también zapea algo más que el resto de la población, con 14 sesiones frente a las 12 de media, lógica consecuencia de su mayor consumo. También ven dos minutos más que el promedio de televisión en diferido, una contabilidad reciente que quizá todavía no resulte del todo fiable.
Entre las 20 emisiones más vistas por este grupo, por último, y si se excluye el omnipresente fútbol, Eurovisión acapara los primeros puestos, seguidos de series como «La catedral del mar», «Cuerpo de élite» y «The good doctor».
