Las constructoras españolas y los fondos de inversión que preveían participar en el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC), diseñado por el anterior Gobierno han recibido con frialdad el nuevo modelo de colaboración público-privada que quiere poner en marcha el Ministerio de Fomento. Tanto que todas las firmas consultadas rechazan presentarse a las licitaciones si la rentabilidad prevista, el bono del Tesoro a 10 años más 200 puntos básicos que marca el desarrollo normativo de la Ley de Desindexación de la economía española, no mejora sustancialmente. Al nivel actual, supondría un retorno del 3,4%, muy lejos del 9,75% al que se financian hoy en los mercados de capitales.