Un foro de experiencias cristianas. Así se presenta el XX Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y que se celebra desde hoy y hasta el domingo en el campus Montepríncipe del CEU. Bajo el lema «Fe en los jóvenes», contará con el testimonio de dos referentes del periodismo religioso, como son el italiano Filippo Passantino, colaborador en el último Sínodo, y Antonio Olivé, Ceo de Rome Reports. Además, se escucharán diferentes experiencias de vida cristiana y habrá un debate con estudiantes de diversas universidades. El presidente de la ACdP, Alfonso Bullón de Mendoza, lo presenta como una excelente oportunidad para «escuchar la voz de las nuevas generaciones y saber cuáles son sus aspiraciones».
Este año el Congreso pone el foco en los jóvenes siguiendo la estela del Sínodo. Desde la ACdP, ¿qué consideran que esperan ellos de la Iglesia?
Yo creo que unos de los fines del Sínodo y también del Congreso es saber cuáles son sus aspiraciones. El querer contar con los jóvenes y hacer una Iglesia en salida es algo en lo que se trabaja desde el siglo XX cuando se crea la AcDP y esa línea también se ve en el Concilio Vaticano II. Pero es algo en lo que siempre hay que hacer hincapié.
¿Acusa usted una falta de presencia de los católicos en los principales canales de comunicación actuales, redes sociales, series, etc..?
Hay una presencia, pero probablemente podría ser mayor si tenemos en cuenta el peso del catolicismo en la sociedad. Eso solo se conseguirá con una mayor concienciación de la importancia de estar en ese mundo y de las posibilidades que nos abre el campo de las nuevas tecnologías. Este, de hecho, será uno de los temas a tratar.
¿Cuáles son los principales atractivos de este congreso?
En el congreso se ha intentado, sobre todo, dar voz a aquellos que quieran contar de primera mano su experiencia. Más allá de la teoría, es importante que cuenten cómo plasman su catolicismo en su vida diaria, que los jóvenes puedan confrontar entre ellos.
Tras cuatro meses en la presidencia de la ACdP ya le ha dado tiempo a tomarle el pulso ¿Cómo esta la casa y cuáles con los retos a los que se enfrenta?
Es una asociación que está muy viva y lo demuetra el hecho de que la participación en las pasadas elecciones fue del 90%. También tiene muchas ganas de estar en salida. Este año, además, hemos retomado el tema nacional. Es un asunto sobre el que la asociación reflexiona a lo largo de todo el año y el elegido esta vez es la libertad de educación.
Ustedes que van a tratar el tema de la libertad educativa, ¿cómo valoran los ataques del Gobierno a la asignatura de Religión y proyectos como el de la Diputación de Navarra, criticado por imponer la ideología de género?
El tema del adoctrinamiento ha sido siempre uno de los grandes sueños de los regímenes totalitarios. Es verdad que, gracias a Dios, no estamos en una sociedad así, pero sí ves que hoy se intenta imponer un único pensamiento y, además, se aprovecha la educación para inculcarlo en los alumnos. Y eso está en contra de lo que debería ser una buena praxis educativa porque el Estado tiene un papel en la educación subsidiario. Corresponde a las familias y así está recogido en la Constitución. Sobre la asignatura de Religión, se debería tener en cuenta el mundo en el que vivimos. Estamos inmersos en la sociedad cristiano-occidental y si tú no conoces la religión te faltan referentes culturales para entender dónde vives.
Otro de los temas de actualidad religiosa es la política de Francisco ante los escándalos de pederastia ¿Cree que la Iglesia española está haciendo lo suficiente?
Creo que hay una voluntad seria de arrancar estos comportamientos, lo que pasa es que se está intentando hacer con garantismo. Pero también se está poniendo mucho la lupa sobre estos casos cuando, si viéramos sobre el conjunto de la sociedad comportamientos similares, comprobaríamos que en otros grupos son mayores. Dicho lo cual, si hay alguien que debe estar especialmente cuidadoso en estos aspectos es la Iglesia y más cuando te estás refiriendo a gente que has colocado en una situación de superioridad porque es un profesor o confesor. Eso hay que cuidarlo especialmente.
