Caminar esta mañana por el puerto deportivo de La Coruña en la zona del Parrote, con el horizonte salpicado de los mástiles de pequeños pesqueros y yates de recreo, era una auténtica gozada. Sol radiante, temperaturas de 15 grados y una agradable brisa en la cara. Las calles aún recobraban el pulso, limpias de coches -puesto que se ha peatonalizado el área-. La fachada marítima de la ciudad lucía en todo su esplendor frente a unos edificios presididos por relucientes galerías con carpintería de madera blanca. Y este es el escenario en el que hoy se moverán los invitados al enlace de Marta Ortega y Carlos Torretta. El tiempo, una de las mayores preocupaciones de cualquier pareja ante su boda, les va a acompañar. Cielos despejados tanto hoy como para mañana.
Los primeros invitados comenzaron a llegar la noche de ayer. La mayor parte de ellos se distribuyen en dos hoteles próximos a la casa de Amancio Ortega, en el paseo de la Dársena, donde se celebrará el enlace civil sobre las 13.00 horas ante unos 50 invitados, la mayor parte de ellos familiares o amigos muy directos. El cartel de completo cuelga desde hace meses en el NH Finisterre y en el Eurostars Atlántico, donde normalmente se hospedan los jinetes que concurren en los concursos hípicos gallegos. Ninguno de los dos admite reservas para este fin de semana y sus empleados enmudecen al escuchar las palabras «boda» u «Ortega».
Los padres del novio, Roberto Torretta y Carmen Echevarría, calmaban ayer los nervios paseando por la playa de Riazor. Almorzaron en el restaurante Tira do Playa, especializado en pescado, como lubina o cocochas.
Algunos de los asistentes aterrizarán hoy en La Coruña en jet privado. El el aeropuerto de Alvedro disponen de capacidad para seis. Y otro de los lugares en los que se trabaja a destajo este fin de semana es en la peluquería Loida, en la plaza de Vigo, una de las más prestigiosas de la ciudad, donde normalmente se peina la familia del fundador de Inditex.
Marta Ortega y Carlos Torretta, una vez unidos en matrimonio por el notario Francisco Manuel Ordóñez, se encontrarán con sus amigos y familia esta tarde en el Club Naútico, a escasos 300 metros de la casa familiar.
Trasiego de camiones en el Náutico
El Club Náutico permanecerá cerrado a los socios habituales para dotar de la máxima privacidad a la ceremonia. El alquiler ronda los 28.000 euros diarios. Ayer por la noche dos guardias de seguridad custodiaban las entrada al parking donde se acumulaban varios camiones y furgonetas. Entre ellas la de Pro First, una empresa de comunicación y organización de eventos fundada en 1989 por Bruno Pani y con sedes en Londres, París y Bruselas. Marta Ortega conoce de primera mano su profesionalidad, puesto que entre sus clientes figuran Zara y Massimo Dutti, además de otros gigantes de la moda como Giorgio Armani o Givenchy. Las flores corren a cargo del conocido florista belga Thierry Boutemy -colaborador habitual de Dior y del prestigioso fotógrafo Mario Testino, quien ha desplazados un nutrido equipo a España. De hecho ayer muchos de los operarios que se movían por las inmediaciones del Náutico se comunicaban en francés.
Entre los invitados se espera la asistencia de Eugenia Silva, Jon Kortajarena, Amaia Salamanca y su marido Rosauro Varo, los hermanos María y Marco Juncadella, vástagos del empresario José María Juncadella. Del mundo de la hípica, destacarán Athina Onassis y Jessica Springsteen, hija del Boss. No faltarán, tampoco, Mafalda Muñoz, hermana de la mediática cocinera Samantha Vallejo-Nájera, y su marido, Gonzalo Machado, que fueron quienes presentaron a la pareja, hace casi tres años, en la fiesta organizada por la revista Elle para celebrar el cumpleaños de Eugenia Silva en el Museo del Traje de Madrid.
Y el tercer y último escenario de los fastos será Casas Novas, en Arteixo, el corazón fabril de Inditex. Allí tendrá lugar la celebración más formal, con etiqueta de gala, en la pista central del complejo hípico, que ha sido adaptado para la ceremonia. La fiesta se prolongará hasta bien entrada la madrugada y será entonces cuando Marta Ortega y Carlos Torrettta comiencen a disfrutar de su vida como matrimonio.
