En México es impostergable elevar, al menos a 1 por ciento del producto interno bruto, la investigación científica dirigida a establecer políticas públicas de atención y prevención eficaz al combate de dos de las principales causas de muertes y de discapacidad: diabetes y cáncer, aseguró Luis Alonso Herrera Montalvo, director de Investigación del Instituto Nacional de Cancerología de México (Incan).
En MILENIO Foros, que en esta ocasión abrió el debate en torno a Innovación en salud: Cáncer y diabetes, Herrera Montalvo lamentó que en este sexenio se incumplió el compromiso de elevar los recursos para investigación, a través de los diferentes fondos que maneja el Conacyt, a 1 por ciento del producto interno bruto, ya que se estancó en 0.4 por ciento del PIB.
Solo este año el Conacyt contó con un presupuesto global de 31 mil millones de pesos, de los cuales 300 millones de pesos se destinaron a investigación de salud; de ellos 30 millones son exclusivos para cáncer. “Los mexicanos gastamos en 2017 alrededor de 16 mil 600 millones de pesos en el cine y 52 mil millones de pesos en comprar palomitas y refrescos, en tanto los 16 millones de fumadores activos invierten unos 4 mil 800 pesos anuales en cigarrillos, más de 72 mil millones”.
Aunque el próximo gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador asumió la responsabilidad de llegar de manera paulatina a 1 por ciento del PIB de inversión, en México pierde la oportunidad de reducir, mediante investigación científica, el impacto económico que generan dos enfermedades altamente onerosas, así como el convertirse una nación soberana con la posibilidad de elaborar soluciones terapéuticas propias en lugar de adquirir novedades farmacológicas a precios elevados.
En la mesa coordinada por Regina Reyes-Heroles, directora de Suplementos MILENIO, Rubén Yesin, responsable de estrategia comercial de salud en AXA México, dimensionó el impacto que tiene la diabetes en México y la cual afecta a más de 11 millones de mexicanos.
Investigaciones hechas en 2016 por AXA detallaron que ese mal alcanza una longevidad de hasta 27 años, lo que representa un gasto de 1 millón 400 mil pesos, que resulta oneroso y complicado de obtener para una familia mexicana y lo grave es que falta cultura de prevención, solo 10 millones de personas tienen contratado un seguro de gastos médicos mayores para hacer frente a esa contingencia epidemiológica y económica.
José Francisco Olguín Sánchez, líder del Área Terapéutica de Inmuno-Oncología Bristol-Myers Squibb, refirió que la Organización Mundial de la Salud reportó que en América Latina se concentran altas tasas de enfermos con algún cáncer.
Se registran unos 3 millones de casos nuevos de cáncer, así como 1 millón 300 mil decesos anuales, dijo, con una tendencia a la alza, ya que en 2025 se estima habrá 4 millones de nuevos diagnósticos y 2 millones de muertes en la región, afectando a menores de 65 años.
Por ello resulta fundamental la inmuno-oncología, la cual busca lograr que el propio sistema inmunológico ataque células cancerígenas, como sucede con una infección.
Miryana Pérez Vela, directora de Programas de la Fundación Rebecca de Alba, y Javier Larragoiti, director de la compañía Xilinat —desarrolladora de azúcar para diabéticos— subrayaron que a la par de la investigación farmacológica, que supera los 5 mil millones de dólares al año, debe capacitarse a médicos y educar a la población sobre estilos de vida sanos, pues de lo contrario no habrá fondos que soporten el impacto económico.