El 7 de agosto de 2018, hacia las ocho y media la tarde, cambió por completo la vida para la familia Requesens.
Fue el día en el que SEBIN, la temible policía política venezolana, allanó la vivienda de los hermanos Juan y Rafaela para llevárselos detenidos. Ella, líder estudiantil venezolana, fue liberada poco después. Él, diputado electo de la Asamblea Nacional de Venezuela por el Estado de Táchira, fue acusado de haber participado en un intento de asesinato de Nicolás Maduro y sigue, a día de hoy, detenido en el Helicoide, la prisión de Caracas. Las imágenes de Juan Requesens en ropa interior, humillado y vejado, dieron en su día la vuelta al mundo. Como lo hizo aquél otro vídeo en el que se veía al diputado, drogado, confesando. Una confesión que tanto su defensa como la familia afirman se logró bajo coacciones.