La ley en México, prevé múltiples delitos que sanciona de diferente forma. Algunos con pena corporal por varios años de confinamiento, otros con cuantiosas multas.
Pero el delito de robo, debe ser sancionado y condenado severamente, inclusive más que los llamados delitos graves como el homicidio, fraude, peculado, malversación del erario y demás felonías.
El pueblo de Afganistán tiene una creencia milenaria, ellos consideran que la persona que asesina a un hombre, le está robando el esposo a una mujer, y el padre a sus hijos, cuando mientes, robas al otro el derecho a la verdad, también cuando engañas robas el derecho a la justicia y a la igualdad.
No existe otro acto más ruin que el robo. Los afganos dicen, “el hombre que toma lo que no es suyo, sea una vida o un objeto, maldito sea”.
En nuestro país muchos políticos nos están robando, pues existen infinidad de formas de despojar al pueblo, por ejemplo, el disponer del erario para beneficio personal, autorizando obras públicas a precio alzado, es decir, tres veces su valor.
El confabularse “empresarios” de la construcción, con políticos corruptos en turno, para edificar un hospital a precios por encima de su valor real, no solo es robar, es también dejar sin oportunidad a que dicho hospital, sea debidamente equipado con mobiliario y personal médico apropiado y bien remunerado, disminuyendo enormemente en el servicio y calidad que deben prestar a los pacientes, que son principalmente gente de muy escasos recursos económicos.
El robo de votos y de urnas en una elección, implica el robarle la voluntad al ciudadano, para imponer mediante maquinaciones, mentiras y promesas jamás cumplidas, a ciertos candidatos, derivando no solo en un robo, sino sus funestas consecuencias.
El sustraer, para beneficio personal, recursos destinados a la educación, no solo es robar, es coartar y dejar sin oportunidad de recibir una enseñanza digna a miles de niños, que son la esperanza de México.
Qué futuro les espera a esos niños y jóvenes si su patrimonio les fue robado de una forma por demás ruin, por políticos y empresarios corruptos, que viven ostentosamente y envían a sus hijos a hospitales y universidades del extranjero, porque los de México no reúnen la calidad que ellos merecen.
Es por esto que el robo, se debe considerar, el peor de los delitos, los demás son una variante del robo.