Un parabrisas es un «bastidor con cristal que lleva el automóvil en su parte delantera para resguardar a los viajeros del aire cuando el vehículo se pone en movimiento». Así define el parabrisas la Real Academia Española de la lengua. Una definición que también abarca al elemento de este tipo más pequeño del mundo: el del Mercedes-Benz SLR Stirling Moss.
Aunque minúsculos, los pequeños deflectores que incorpora este modelo están diseñados para desviar el flujo de aire y que éste pase por encima de la cabeza de los dos ocupantes del espectacular superdeportivo de Mercedes.
Cada uno de ellos tiene una superficie aproximada de 300 cm2, es decir, 0,030 m2. Una cifra que contrasta con la de cualquier vehículo de producción masiva, pero más aún con el Tesla Model X, el modelo con mayor superficie de este tipo, que suma hasta cuatro metros cuadrados.
Mercedes-Benz SLR Stirling Moss.Este modelo lleva el concepto de parabrisas panorámico -aquellos que se extienden y cubren parte del techo del vehículo- a otro nivel. De hecho, la marca denomina a este parabrisas “Big Sky” (gran cielo). Gracias a él se consigue una gran visibilidad, además de un habitáculo muy luminoso y con una enorme sensación de espacio. Para evitar los deslumbramientos por el sol, dispone de un tintado doble inteligente, que no tiene elementos metálicos para mejorar la conectividad del coche.
El parabrisas panorámico del Tesla Model X está fabricado por el especialista AGP, que según explican desde Carglass dispone de una tecnología propia para la conformación de elementos de vidrio de hasta cuatro metros cuadrados de superficie.
