El premio Rei Jaume I en Economía, el catedrático Xavier Freixas, ve "perfecta" la decisión del Pleno de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo sobre que deben ser los clientes, y no los bancos, quienes asuman finalmente el pago del impuesto sobre actos jurídicos documentados. "Es lo mejor que podía pasar", ha subrayado para considerar que "las reglas del juego están ahí y cambiarlas durante el partido es ineficiente".
Freixas se ha pronunciado en estos términos ante los medios de comunicación, tras recibir el Premio Jaume I este miércoles en una ceremonia en la Lonja de València que ha contado con la asistencia del Rey Felipe VI; el Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, entre otras autoridades.
Preguntado por el fallo del Supremo, ha considerado que es "lo mejor que podía pasar" el que "se reconozca que cuando una persona firma un contrato, es su responsabilidad leerlo". "No podemos intentar reparar la ausencia de formación financiera con un paternalismo a posteriori que viene a reparar diferencias entre ricos y pobres", ha afirmado.
A su juicio, "las reglas del juego están ahí y cambiarlas durante el partido es lo más ineficiente que puede pasar". "Esto ha creado una incertidumbre jurídica, cierto, y es problemático, pero ahí es una cuestión de cómo se han tomado las decisiones jurídicas de forma tan precipitada", ha puntualizado.
Insistido por el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que el Ejecutivo aprobará este jueves un real decreto ley de reforma del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados para que los bancos sean quienes finalmente paguen este impuesto en las hipotecas, ha considerado que es "indiferente".
"Del mismo modo que el IVA lo paga la empresa, pero nos lo repercute, va a pasar exactamente lo mismo con este tipo de impuesto. Los bancos van a repercutirlo y habrá unas condiciones de apertura que van a corresponder al coste del impuesto en cuestión, con lo cual uno y otro desde el punto de vista económico es equivalente", ha explicado. En cambio, ha apostillado "la incertidumbre tiene un coste".
