El fondo de bolsa española que concentra a más partícipes ya no pertenece a CaixaBank, sino a Kutxabank. Se llama Kutxabank Bolsa y, tras cerrar 2017 con unos 2.400 accionistas, nueve meses después reúne a más de 63.500 con datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a cierre del tercer trimestre. Los suficientes para llenar el estadio de San Mamés y también el de Ipurua. Detrás de ese crecimiento se encuentra la apuesta de la gestora por la gestión discrecional de carteras, la rama de negocio que cada vez impulsan más firmas tras la llegada de Mifid II, por la que el cliente delega en el banco o gestora las decisiones de inversión para que sea la entidad la que decida en qué fondos debe estar el cliente, en función de su perfil de riesgo, a cambio de una comisión fija y otra variable.