La ministra de Justicia ha presentado el informe sobre las calificaciones de la Abogacía del Estado, después de que los servicios jurídicos del Estado decidiesen acusar por sedición y malversación, pero no por rebelión a los líderes del procés.
Dolores Delgado ha defendido que la Abogacía ha actuado «con criterios de profesionalidad» y desde una perspectiva «técnico-jurídica». La ministra de Justicia ha reconocido la existencia de «un debate» jurídico y también ha trasladado a la sociedad «qué ocurrió» el año pasado en Cataluña.
Delgado ha recordado que la Abogacía del Estado inició su personación en la causa «por el delito de malversación de caudales públicos», aunque ha reconocido que luego la amplió. Delgado ha insistido en que es «un debate entre los operadores jurídicos» y no una cuestión de gestos.
La ministra de Justicia ha dicho no tener «ni idea» de si esto va a servir para contar con el voto de los independentistas a los Presupuestos. La ministra Delgado ha defendido que «no ha cambiado nada» y que «esta es la primera ocasión en que la Abogacía se pronuncia sobre el contenido de la causa». Hasta este momento no se había pronunciado formalmente.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha defendido que es «la primera vez que Abogacía y Fiscalía califican», y que «de aquí para atrás», lo que se ha podido escuchar han sido «opiniones, fruto del debate», argumentando con ello que no hay «ningún cambio de posición» y que «como Gobierno vamos a respetar escrupulosamente el punto en que entra este proceso. No hay más que debatir para el Gobierno para este punto».
La vicepresidenta del Gobierno, cuestionada por el giro discursivo de Sánchez ha rechazado esta evidencia, de la que existe evidencia documental, y ha asegurado que «el presidente nunca ha dicho que ha visto que haya un delito de rebelión en Cataluña».
Eso ha dicho Calvo cuando se le ha preguntado por la declaraciones de Sánchez. Al insistirle recordándole por esas palabras de mayo, la vicepresidenta se ha aferrado a esa referencia temporal, para decir que entonces estaba en la oposición y que a ella se le había preguntado por el presidente del Gobierno.