Pasar de ser cómplices a adversarios no es fácil. Ciudadanos (Cs) dio ayer en Jerez de la Frontera (Cádiz) su pistoletazo de salida oficioso a la campaña electoral y el Consejo General de la formación aprobó el programa electoral con el que se presentará a las elecciones andaluzas del 2 de diciembre. Éste se estructurará en torno a una decena de ejes que abre el rotulado como «Lucha contra la corrupción y regeneración democrática», según un avance del mismo que ayer distribuyó la formación. En ese apartado Ciudadanos recuerda que Andalucía es la «única comunidad autónoma que no ha cambiado el color de su Gobierno en casi 40 años» y ello a pesar de que, bajo los ejecutivos «del PSOE, no sólo se ha robado a todos los andaluces, sino que el PSOE ha utilizado» las instituciones «como su cortijo». Los antes aliados de legislatura de los socialistas defienden ahora que «ya está bien» y proponen una auditoría con un doble objetivo: conocer «cuánto dinero público se ha ido por el agujero negro de la corrupción» y «eliminar duplicidades, chiringuitos y redes clientelares, e invertirlo en educación, sanidad y fomentar el empleo». Insisten en una de las causas que provocó la ruptura con su ex aliados, «eliminar los aforamientos políticos», y en dejar claro que «los votos de Cs no servirán para apoyar al PSOE ni por activa ni por pasiva».
Al margen de las sombras de la corrupción, los naranja abogan por bajar «un 1,5% más el IRPF» y el impuesto sobre el patrimonio, crear una «tarifa plana de 50 euros para todos los autónomos que no lleguen al SMI –salario mínimo interprofesional–», una gestión «eficiente» de la sanidad que evite que «la espera media para una primera consulta con el médico sea de 56 días» o seguir siendo el «vagón de cola» en la implantación de tecnología en los hospitales. En educación pretenden impulsar «un plan de choque contra el abandono escolar» y otro de «reforma de las universidades», o propulsar un «Pacto por la Ciencia» que priorice la investigación.
«Asombro» en el PP
Enfrente, un tuit del candidato de Cs a la Presidencia de la Junta, Juan Marín, provocó «asombro» en las filas del PP-A al evidenciar la «falta de originalidad» de su discurso, a juicio de los populares. El mensaje incluía una referencia a los «40 años de gobiernos del PSOE» y que «Cs es la garantía de cambio –el eslogan de campaña del PP– en Andalucía».
