Bajo un frío intenso, preludio del horario de invierno, las luces del Teatro de Rojas volvieron a encenderse este sábado, pasadas las 19.30 horas, para recibir a todos los galardonados en la XVedición del Festival Internacional de Cine Social (Feciso), un certamen en el que «brilló» con su voz y su figura el actor Juan Echanove, quien no defraudó a todos aquellos que acudieron a la gala de clausura de este certamen social y cinematográfico.
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Juan Echanove (Madrid, 1961) fue uno de los protagonistas de esta gala. No sólo por su generosidad y buena disposición al atender a sus numerosos fans, sino por la improvisación al decidir levantarse de la butaca e interpretar «a capela» la famosa canción de Joaquín Sabina «Y nos dieron las 10». Y así ocurrió... Nos dieron las diez, entre aplausos, música en directo, risas y homenajes, en la bajada del telón de un festival creado para promover la solidaridad, la inclusión y la integración durante estos 15 años.
Compromiso social
Minutos antes de entrar en el patio de butacas, Juan Echanove se mostraba pletórico y agradecía la concesión de este galardón. Ha Manifestado a ABC, entre frases y palabras entusiastas, que es un premio que cree «no merecer». «Me sorprendió este homenaje. No creo que tenga un currículum como para que me concedan un premio a toda mi trayectoria», ha indicado el protagonista de la obra de teatro «Cerdo». Y aunque él dude de ser merecedor de este tributo, Juan Echanove ya lleva 40 años de trayectoria entre el cine, la televisión y el teatro. Y así sigue. Sin parar.
«En todo caso no lo voy a cuestionar y me lo voy a quedar», ha repetido entre risas, mientras los aplausos del público presentes en la sala le llevaron a afirmar con rotundidad. «Cuando vengo al Teatro de Rojas siento que vuelvo a casa. Estudié con Paco Plaza —director y gerente del coliseo— en la escuela de arte dramático. Somos amigos y siempre incluyo a Toledo en mi circuito teatral. Siento que vengo a casa de Paco, pero también a la de todos los toledanos», ha explicado el actor madrileño.
El protagonista de las películas «Divinas palabras» y «Bajarse al moro» dijo que a lo largo de su trayectoria lo que siempre ha intentado «es hacer lo mejor que puedo mi trabajo. Si a la gente le gusta, pues muchísimo mejor». Prueba de ese compromiso —rememoró— fue su participación en cintas como «Suspiros de España», «Siempre hay un camino a la derecha», en las que abordó la España profunda.
Echanove ha reconocido que su viaje a Toledo no solo le ha permitido acudir para recoger el premio «A toda una vida de cine», sino también volverse a encontrar con viejos amigos, como fue el caso del actor Robert Álvarez, que forma parte de los actores de la serie de televisión «Servir y proteger», que lleva más de 400 capítulos y que aboga por la igualdad y que recibió uno de los premios.
Tras más de dos horas de ceremonia, también hubo tiempo para disfrutar del baile improvisado de la canción «Waka, waka» de Shakira, que sirvió de preámbulo para que la agregada cultural de la Embajada de Colombia en España, Marcela Durán, recogiera el galardón «A la filmografía colombiana». El país sudamericano, ha indicado la agregada, está de moda «culturalmente hablando». Fue el país invitado en el pasado Festival de Teatro de Almagro y no para de cosechar premios, como el que le ha concedido Feciso.
Pero en la gala también se entregaron muchos premios, acompasados al ritmo de la música en directo que interpretó magistralmente un grupo de jóvenes, que recibieron el elogio del público y los galardonados.
En la ceremonia hubo muchas ausencias, pero también muchas presencias. También reivindicaciones.
Aunque quizá, en la memoria de todos los asistentes, seguirá retumbando la voz de Juan Echanove, entonando la balada de su amigo y colega de noches de bohemia, Joquín Sabina...
