El PP sabe que tiene que deshacer diferencias si quiere alcanza el poder en Andalucía y hoy ha dado en Sevilla una imagen de unidad. Su presidente nacional, Pablo Casado, ha inaugurado en Sevilla la Interparlamentaria –una reunión de dirigentes y parlamentarios de toda España- del partido, junto al presidente del Grupo Popular Europeo (GPPE), Manfred Weber, que ha arropado al “lujo” de candidato popular a la Presidencia de la Junta, Juanma Moreno, en palabras de Casado.
En el horizonte de la formación, ganar las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 2 de diciembre para, entre otras cuestiones, “acabar con la corrupción que está desangrando” la comunidad y dejar a un lado las “fotos fingidas” como las protagonizadas ayer por el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en el palacio de San Telmo, sede del Gobierno regional, “porque difícilmente aquella que perdió contra Sánchez puede ahora proteger a Andalucía frente a Sánchez”, ha lanzado Casado. Ha defendido que las listas del PP para los comicios son “brillantes” con unos “números uno” que representan bien a sus respectivas tierras y que “van a ganar” gracias a un programa que contempla bajar impuestos, bonificar a las empresas que se instalen en la región, o que “se devuelva el poder a la gente y se quite el poder a la burocracia clientelar y corrupta que ha gobernado esta tierra durante 40 años”.
Díaz, en cambio, ha mantenido, “por mucho que le duela”, llevará en las listas aunque no se vean en la papeleta electoral “a Sánchez, a Iglesias –Pablo, máxime dirigente nacional de Podemos-, a Torra –Qim, el presidente catalán-, y a Otegui –el coordinador general de Euskal Herria Bildu-".
Casado ha hecho un resumen de situación en una frase: a su juicio, el PSOE “se ha servido de los andaluces y de Andalucía” durante décadas y Moreno quiere ahora “servirlos”. “El futuro de Europa empieza en Andalucía”, ha proclamado de su lado Weber.
