Un tiroteo en una sinagoga de Pittsburgh ha acabado con la vida de al menos ocho personas. La tragedia ha ocurrido el sábado por la mañana, cuando la policía de la ciudad del estado de Pensilvania recibió informes de disparos en las inmediaciones del templo religioso.
La sinagoga, que pertenece a la congregación Tree of Life (‘Árbol de la vida’), se alinea con la corriente conservadora del judaísmo y está localizada en Squirrell Hill, un barrio histórico judío de Pittsburgh.
Las primeras informaciones apuntan a que el atacante es un hombre blanco, con barba. Según la CBS, se ha entregado a la policía. Esta misma cadena televisiva apunta a que en el momento de su detención gritó «todos los judíos deben morir».
Entre los ocho fallecidos hay agentes de policía, a los que el atacante disparó cuando acudieron al lugar tras conocerse el comienzo del tiroteo. También hay un número todavía no determinado de heridos entre miembros de la congregación y policías.
«En este momento, el sospechoso del tiroteo está detenido. Hay múltiples víctimas y tres agentes que han sido disparados», aseguró un portavoz de la policía de Pittsburgh a los periodistas, a los que también explicó que todavía estaban inspeccionando la sinagoga para asegurarse de que la situación estaba controlada.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ya ha sido informado del incidente. «Quienes vivan en la zona deben ponerse a cubierto. Parece que hay múltiples víctimas. Cuidado con el tirador activo. ¡Que Dios nos bendiga a todos!», ha escrito en su cuenta de Twitter.