La palabra Utkata significa vigor, fiero, potente, así que, debido a que todas y cada una de las partes del cuerpo se involucran para lograrla. El nombre que se le da tanto en inglés como en español, es el de La Silla, porque es como si el que la practica se sentara en una silla imaginaria, pero su nombre en sánscrito resulta mucho más revelador.
, pues genera ondas de calor y energía que irradian de abajo hacia arriba del cuerpo; algunos identifican este efecto con el ascenso de kundalini o la energía cósmica dormida en la base del coxis.
A los principiantes, de acuerdo con José Manuel Vázquez Díez Manual, autor de Yoga integral para occidentales, Utkatasana les enseña algo muy valioso para su práctica y eso es encontrar su asiento de poder en la pelvis, en el centro del cuerpo: (desde el ombligo hasta el suelo pélvico) no solo alberga los órganos sexuales, digestivos y de eliminación, sino que también
“Si la pelvis está mal alineada, el resto de la columna vertebral, y por extensión, la postura, estará desequilibrada; lo que menudo se traducirá en dolor de zona lumbar y sobrecarga de la rodilla y el tobillo. Cuando la pelvis está centrada y alineada con la gravedad, hay una sensación de vigor y vitalidad dentro de la asana, como si nos halláramos asentados en un chorro de energía”.
“. El potente empuje de las piernas y los pies en oposición a la gravedad permite la elongación axial desde el coxis hasta la nuca y de ahí su prolongación hasta la coronilla y las manos”.
Esta es una postura que aunque no es precisamente complicada de armar, sí requiere mucha fuerza y concentración. —aunque antes de dormir puede interferir con el sueño— y esto se logra por el flujo inmediato de sangre y energía que se genera y que alimenta cuerpo y mente.
Como explica la autora y yoguini Charlotte Bell, “Utkatasana, en toda su ferocidad, agita las cosas; despierta nuestro fuego interior. A pesar de su nombre inapropiado en inglés, Utkatasana no se trata de sentarse en nuestros laureles”.
Además de la importante actividad de las piernas, la musculatura abdominal proporciona compactación. La activación de los pies y de las manos otorga dirección al movimiento. Los tobillos y las rodillas deben ir alineadas con las caderas y los omoplatos, y los hombros integrados en la apertura y extensión de la caja torácica. Si hay dolor en ellos, hay que modificar la colocación de los brazos.
El desafío es colocar los muslos paralelos al suelo, abriendo el pecho y manteniendo la zona lumbar estirada.
“Al sentarte en media sentadilla y eventualmente profundizarla, tu cuerpo necesitará superar la resistencia de la gravedad. Para eso tu cuádriceps, uno de los músculos más grandes del cuerpo, necesita ser muy fuerte. Cuando este músculo está fortalecido, los problemas de rodilla se combaten automáticamente ya que son soportadas por la musculatura”.