La localidad burgalesa de Covarrubias no llega a los 600 habitantes pero la actividad que genera el turismo es frenética. Óscar Izcara lleva dos legislaturas de alcalde (PSOE) y, además, en la actualidad en profesor en el centro educativo del municipio. Del Ayuntamiento sólo ingresa por los gastos que genera su actividad (kilometraje o comidas) así que asegura que «me parece triste que tenga que aclarar que no vivo de la política». Cree que un alcalde «tendría que estar remunerado porque sería un filtro». Y es que «hay mucho trabajo siempre y cuando creas en lo que haces y lo hagas con ganas porque el pueblo te lleva mucho tiempo».
De hecho, Izcara explica que gracias a la tecnología (firma digital, correo electrónico...) el ayuntamiento lo lleva encima, aunque la cita del miércoles por la tarde para recibir a los vecinos es obligada. Su condición de alcalde-profesor tampoco le genera demasiados problemas porque «la gente sabe distinguir cuando se trata de una cosa o de otra». En cualquier caso, y aunque no ha decidido si presentará a las elecciones de 2019, valora su labor en el Ayuntamiento. «La experiencia es positiva; he aprendido mucho y con eso me quedo», asegura el alcalde de Covarrubias.