El primer jugador destacado de la era de Luis Enrique en la Selección es el atlético Saúl. Fue el mejor de un equipo capaz de ganar en Wembley, que mostró personalidad y una auto estima recobrada. Y Saúl parece que va a ser una de las bases del nuevo seleccionador. “Me pide que sea el que soy: un futbolista que trabaja para el equipo y con llegada al área, nada extraño”, ha explicado Saúl desde Elche, donde ya está la Selección, que juega el martes allí contra Croacia. “He recibido muchas muestras de cariño, de familiares y amigos. Y el próximo partido habrá más, que juego en casa”. Saúl creció en las categorías inferiores del Elche: “Van todos mis familiares a ver el partido y necesito más entradas. Es muy emotivo volver a jugar allí, aunque ya lo he hecho con el Rayo y el Atlético. Es muy emotivo para mí”, repetía
Una de las dudas es porque Saúl pasó por el Mundial de Rusia sin jugar un minuto: “No es el momento de hablar en pasado, le di muchas vueltas en verano, pero ya no importa, viví la experiencia del primer Mundial y no me lo tomé de mala manera. Ya me quedé fuera de la Eurocopa. Lo que tengo que hacer es trabajar en mi equipo y todo lo demás llegará”, ha dicho el jugador, sin muchas ganas de mirar al pasado. Prefiere el presento y el futuro: “No soy fundamental para la Selección, sólo llevo once partidos. Todo lo que hago, todo mi trabajo es para bien del equipo y eso es lo que me caracteriza. Hicimos un buen partido y hay que tener los pies en el suelo”. Le hen preguntado por los premios individuales que puede llevarse Modric, rival el martes y si echaba de menos a alguien entre los nominados: “A Griezmann”, ha contestado. Además, ha elogiado el juego de Luka y de Rakitic y ha reconocido que en España, tras el adiós de Xavi e Iniesta, hay otro tipo de futbolistas: “Xavi e Iniesta son historia de nuestra Selección. Nos hicieron ser los mejores del mundo, pero lo que viene es otro tipo de jugador. Aunque la filosofía que ellos marcaron fue el principio de una época dorada”.