Corea del Norte celebró el 70 aniversario de la fundación del Estado con un gran desfile militar, pero sin los gestos amenazadores de los últimos tiempos.
A diferencia del desfile de febrero, que conmemoró el aniversario de la fundación del Ejército Popular,, según informaron medios extranjeros.
Este gesto de Corea del Norte también fue visto como una señal del gobernante Kim Jong-un de que quiere continuar las negociaciones con Estados Unidos sobre el programa de armas nucleares de su país lo antes posible y no romper el acercamiento.
En el centro de Pyongyang, miles de soldados marcharon junto a los invitados y desfilaron columnas de tanques y cohetes. En el centro de la plaza, los civiles sostenían flores de plástico rojas y rosadas. El desfile consistió en una parte militar y una gran parte civil, que se centró en el desarrollo económico del país.
Kim siguió el desfile desde el balcón de la Plaza Kim-Il-Sung en Pyongyang sin dar un discurso. En lugar de ello, el jefe de protocolo Kim Yong Nam se dirigió al inicio a la multitud: . Sin embargo, no mencionó las armas nucleares.
Kim Jong-un y su invitado chino Li Zhanshu -el tercer funcionario de mayor rango del partido gobernante de China- se dieron la mano y saludaron a la multitud con una sonrisa. En los últimos meses, la dirección comunista de Pyongyang ha intensificado sus esfuerzos para mejorar las relaciones con la antigua gran aliada China a fin de fortalecer su posición.
JOS